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Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

martes, 27 de julio de 2010

Ocaso-Capitulo 10: Lagrimas Innecesarias

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Antes que nada le quería agradecer a Cintia (que es un amor) y a Victoria Cullen quienes me ayudo  MUCHO a hacer  este cap. Gracias hermosas!!
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Capitulo 10
Lagrimas Innecesarias

Estúpidos lobos. Pensé llena de rabia. Como odio a papá.
Caminaba sin rumbo, no quería mirar atrás ya que no quería ver si me seguían o no...
-Oh, patético… ¿estoy llorando?-traté de reír para no seguir llorando.
¿Por qué lloraba? Si no lloraba por las cosas que me hacia E.J que eran mucho peores… tal vez me habré decepcionado de que mi padre no haya dicho nada… cuando los niños pequeños me molestaban, o tal ve mi fobia por la cucaracha… Aunque lo dudaba… mucho.
Cuando no sabía para donde ir se me ocurrió un gran lugar… mi lugar secreto.  Allí nadie me molestaría ni me invadiría con las risas. Allí podría llorar tranquila y gritar lo mas fuerte que me gustase.
Luego pensé que llorar no era tan malo, después de todo desahogaba toda mi rabia que tenia asía los patéticos lobos.  Aunque  me  quería morir de la rabia.
Tenía ganas de gritar mientras lloraba, como los típicos caprichos de los niños que se tiran al suelo y empiezan a llorar y gritar. Al darme cuenta ya casi llegaba a mi tranquilo lugar donde podría llorar tranquilamente. Pero ya no importa… ya me salí de la manada así que… ¿Qué mas da? Pero aunque lo piense cincuenta veces seguiré llorando… por la decepción… o al menos eso creía.
El  hermoso cielo celeste, con vaporosas y suaves nubes blancas se trasformó en un gris y apagado cielo. Y allí me encontraba yo, perdida en las penumbras de los bosques pensando en si mi padre realmente me apreciaba.
En medio de mis lamentos escuché pasos a través de los charcos y el goteo del agua unos pasos lentos y ligeros. Pero no me asusté, podría ser E.J tratando de hacerme una estúpida broma. Tenía ganas de decirle “no es el momento”, pero supe que no era el… Era familiar pero no tanto. Temí por mí por algunos momentos, pero ¿Qué más importaba? Si la persona detrás de mi aumentaba la velocidad yo lo haría.
Me quedé parada temiendo mirar atrás, me comí mis palabras ya que no era capaz de moverme. Sentí como los pasos se me aproximaban, cada vez mas cercanos…
Me di vuelta y sin pensarlo dos veces revolee el brazo en busca de su rostro y una mano me separó de mi objetivo de pegarle un buen puñetazo en la mejilla. Retiré mi mano al darme cuenta de quién era… Marcos.
-Ho por dios, discúlpame….-le dije- pero ¡no debes perseguir así a las personas!
Rio despacio.
-Discúlpame, te vi triste…  y a una dama aunque se le vea bien llorar le queda mucho mejor una sonrisa.-dijo acariciando mi mejilla suavemente con su dedo.
Sentía por fin que ya podía gritar y llorar a su lado. Me sentía tan a gusto con él a mi lado, mirándome a los ojos. Me acurruqué en su pecho cálido y empecé a llorar, el posó su mano en mi espalda para reconfortarme.
Y así quedamos, yo llorando como una malcriada y el consolándome como mi ángel guardián. Lo que era muy parecido ya que siempre estaba para mí…
-¿Puedo saber a qué se debe tu tristeza?-susurró al oído.


Edward Jacob Cullen Black

Ahhh, que hermoso momento… Sería un idiota si lo interrumpiera… Pero como esto es único. Salí de entre los árboles dispuesto a hacer mi trabajo, ahora que lo pienso si me dieran un donar por cada vez ya sería millonario.
Elena me vio con esa cara de odio cuando se vio alertaba que yo estaba a sus espaldas, yo sonriendo y luego le grité.
-Hooola tortolitos- el novio de Elena suspiró-  ¿Qué hacen?
Le pasé el brazo por los hombros de Elena y la pegué a mí como si la quisiera. La apretujé apropósito para fastidiarla un poco. Ella intentaba zafarse de mi “abrazo” cariñoso de hermano.
-Oye suéltala-ordenó el- ¿Quién eres?
-Ahhh, ¿no te contó de mi? ¡Soy alguien tan cercano a ella!
Elena trató de resistirse una vez más pero fue muy fácil hacerle otro “hermoso abrazo” de hermanos. Juro que esto era tan gracioso, la cara de aquél que nos miraba como si estuviéramos muy cercanos.
-¡¿Qué clase de persona enferma hablaría de ti?!
-Pero Elenita, tu sabes que te quiero tanto. Deberías darme más oportunidades.
-¡Dijo que no!- aquél actuó muy rápido. De un tirón  quitó a Elena de mis brazos y me empujó un poco.
Era fuerte, ¿acaso era humano? No, este no tenía  nada de humano… Solo su apariencia.  ¡Ja! Acaso… ¿Era la imprimación de Elena?
-Oh, cálmate amigo,-me dirigí a Elena- apropósito papá te está buscando.
Marcos suspiró aliviado.
-¿No son novios?
Elena y yo nos partimos de la risa, creo que estaba llorando del aquél tal brutal impacto. ¿Elena y yo? Oh por dios, ni siquiera nos llevábamos bien como hermanos ¿y ahora resulta que somos pareja? Ja, oh por dios tal vez en un universo paralelo.
-Marcos, eso es imposible-le dijo Elena parando de reír- a esa cosa-dijo señalándome- nadie le querrá-bufó.
Elena Cullen Black

Sentí de nuevo la sensación que sentí cuando E.J apareció y me abrazó... Alguien nos observaba… ¿Pero desde donde? ¿Por qué? Miré para mis alrededores, para donde mi vista alcanzara pero ni una alma a demás de nosotros.
Pasó un largo rato hasta que Marcos decidió que ay era su hora de irse. Y tuve que quedarme a sola con el señor guitarra escuchando sus bromas sobre mi diario. Pero hoy decidí ignorarlo, ya que este día no podría haberse puesto peor. Pero ya  no tenía ganas de llorar, tenía ganas de quedarme allí clavada en el suelo hasta esperar que el cielo obscureciera y ver las estrellas. Nunca se me había ocurrido verlas, solo las había visto por im.com… Era raro pero así era. No me gusta lo cursi así que yo antes creía que las estrellas de películas donde los novios se besaban bajo las estrellas.
E.J y yo empezamos a discutir nuevamente por cualquier cosa, pero era una discusión graciosa. A cada insulto nos echábamos a reír. Hasta que en un momento metió el tema de “¿qué rayos ah pasado entre tú y papá?”. En ese momento sentí que mi corazón se apretujaba hasta hacerse arrugado.
-El… me odia-dije casi sollozando- nunca me defiende, deja que me traten mal-susurré.
Me quedé mirando al piso sintiendo como las lágrimas se derramaban de mis ojos y se esparcían por mis mejillas. No tenía ganas de secarme las lagrimas, no tenía ganas de mover ni un solo músculo.
-Tonta, el no te odia, solo te trata como un integrante más de la manada. No puede tratarte distinto que a los demás.
No quería aceptarlo, no quería  saber que era verdad. Pero tenía razón. NO había pensado en esa realidad, tan simple y cierta.






viernes, 23 de julio de 2010

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REGLAS:
Dar Gracias a quien te lo Dio: A Ana Lu!!! graciass!!! 
Darselo a los Blogs que quieras: 
unsiglosinfin.blogspot.com

ESPONDER LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1) Tu color Favorito?
No tengo color favorito :P cada día cambio de colores jaja
2)Genero de Musica Favorito?
no tengo un genero de música favorito... me gustan todos a esepción del rap y cumbia :P
3)Te gustan las convers?
las adoro!!
4)Tenes mascotas?
sii!! 1 gato y perro (linda combinación no?)
5)Dulce O Salado.?
Huu que pregunta!! Obviamente dulceee
6)Blanco o Negro?
blanco

domingo, 11 de julio de 2010

El Buscador- Capitulo 1: Una Tarde de Otoño

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Una Tarde de Otoño


Toc, Toc, Toc. Protestó la puerta furiosa.
Rayos. Pensé.
Me levanté tratando de actuar un buen bostezo y luego se escuchó una vez mas. Toc, Toc, Toc. Como irritaba ese maldito cartero. Siempre tan impaciente. Al abrir la puerta unos anteojos me recivieron con sorpresa.
-Hola Tom- saludó con la mano.
-Que tal Charlie. ¿Que me traes hoy?
Extendió el paquete y lo acepté envolviéndole la falsa sonrisa. Luego puse el paquete a un lado -en una mesita  ratona al lado de la puerta- para tener las manos libres y poder firmarle aquellas estúpidas formas. 
Al finalizar le entregué las formas firmadas y nos despedimos con una leve sonrisa. 
Tomé el paquete y lo tiré en el tacho de basura. Luego me volví al sofá para seguir pensando en alguna forma de volver a traer a Susan nuevamente. Como ella era vampiro, seguramente no estaba ni en el infierno ni en el paraíso. En algún lugar intermedio... Observé mi muñeca, en donde Susan puso sus últimos alientos de "vida".
Tomé la chaqueta con la bufanda y luego tomé las llaves que estaban colgadas al lado de la puerta. Cerré la puerta a mis espaldas y luego dí media vuelta a la cerradura y me metí la llave en el bolsillo derecho de la chaqueta.
El otoño me traía tantos recuerdos... desde mi vida hasta mi "casi vida"... En el otoño empezó todo, conocí a Susan, me enamoré de ella, le propuse matrimonio y luego ella muere entre mis brazos. ¿Que podría ser peor que ver a una persona tan importante morir entre tus brazos incapaz de hacer nada para salvarle?  
Una fría briza atravesó mis risos mientras aquellos revoloteaban en el aire jugueteando con algunas ojas que volaban finas y libres por los aires.
Miré al cielo atardecido y vi las nubes, tan esponjosas y  blancas como aquella sonrisa de aquella mujer que tanto amaba y amo. De alguna forma extrañaba ser humano, mis latidos,  el comer comida y el tener a Susan...
Me vi interrumpido cuando una joven y yo chocamos repentinamente. La chica tal impacto empezó a caer de espalda pero justo la sostuve de la muñeca. Ella me miró sorprendida mientras que yo solo le miraba sus libros caídos por todo el suelo. Finalmente se paró y empezó a recoger sus libros, yo me agaché para ayudarle con las hojas caídas del folio. 
-Lo siento-me susurró- venía distraída y ...
-No te disculpes, yo también venía distraído.
Vi las hojas rápidamente y supe que ella estaba terminando la universidad. ¿cuantos años tendría? ¿unos 20? o algunos más... Parecía bastante joven.
Le dí las hojas y luego finalmente me mostró su rostro, casi me caigo de espalda por el impacto. Ella... Ella era... No, era ¡imposible!
-Susan-susurré.
-¿Disculpa?-dijo inocentemente.
Me paré de un tirón y le extendí la mano para que se levantase, ella la aceptó tímidamente. Ella era su misma imagen, cabello rubio y rizado, pálida, labios perfectamente detallados tan finos, y su expresión de sorpresa era la misma.
-¿No me recuerdas?-le pregunté desesperado.
Ella me miró con extrañeza y luego apartó la mirada. ¿Porque rayos no me recordaba? ¿Acaso era su reencarnación? no, era imposible, la mitad de mi "vida" eh estado leyendo de eso pero nada  importante... Todas eran puras estupideces.
-¿Recordarte?-susurró- ¿te conozco?
Soy un idiota, no mucho mas que un idiota. ¡Un descerebrado! Pensé.
-¿Eh?, ah no discúlpame es que pensaba en algo-algo muy importante, quise agregar, pero ¿para que? ¿Para que me creyera mas estúpido? pero... ¿desde cuando me importaba lo que alguien piense de mi?
La miré fijamente y luego me dí cuenta que ella no era Susan, no, Susan no era tan tímida, Susan no se sonrojaba tan fácilmente y en especial Susan solía enojarse cuando alguien se la llevaba por delante.
-Disculpe-susurró y se dio la vuelta.
-Espera-susurré contra mi voluntad ¿Porque rayos lo había dicho? ¿que le diría?
Aquella se dio la vuelta y luego me contempló a los ojos. Sus ojos eran verde agua como los de la mujer que amo. Me sumergí sin pensarlo dos veces en ellos.  Al darme cuenta de que ella se estaba sintiendo incomoda, esperando mi respuesta respiré hondo y cerré por un instante los ojos.
-¿Puedo saber hacia donde te diriges?-pregunté tranquilo.
-Hacia mi casa... queda algo lejos. Pensaba caminar un poco.
Le sonreí.
-¿Si queda lejos porque vas caminando?
Ella se rio suavemente y luego se puso colorada. Bajó la vista y luego me miró a los ojos, y finalmente pude verle su rostro completo. Su rostro ruborizado le quedaba tan tierno. 
-Me eh olvidado la billetera en un café, cuando me dí cuenta que no estaba salí corriendo a buscarle  pero-hizo una risa diminuta- ya no estaba. Y como no tengo auto tenía planeado buscar un trasporte pero... ¿que se le va a hacer?
-Déjeme que le pida trasporte, si no le importa que le acompañe- dije si pensarlo.
-Ah... muchas gracias pero... -se le empezaron a caer los papeles nuevamente y con un rápido movimiento se los tomé para que ella estuviera tranquila- gracias-se sonrojó- me gustaría que me acompañes pero... cuando pueda te devolveré lo que me prestaste. 
Reí.
-No te preocupes, no hace falta.-le sonreí.




-Muchas gracias, la verdad es que no sé como pagarte-susurró.
Estábamos ya en la puerta del edificio. Era blanco con la planta baja llena de grandes y lujosas ventanas. El edificio tenía como mínimo 10 pisos. Todos bien decorados con las ventanas de borde blanco y de tamaño medio.
La puerta principal era puro vidrio finó y delicado como una hoja de papel. y a sus alrededores externos había miles de rosas bancas y rojas, todas realmente hermosas. Y una gran fuente de una mujer con una toga, con el cabello recogido con una pequeña cinta que daba efecto de que el viento la  flameaba . A su alrededor había había flores de cerezo. Era como una mansión.
-No fue nada, la verdad fue divertido.
Ella rió tímidamente.
-Tienes razón.
-Bueno... me toca irme, un placer conocerte... Sunny. 





sábado, 10 de julio de 2010

Ocaso-Capitulo 9: Sentimientos Amargos

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Sentimientos Amargos 

-Bien cachorrito, enseñame todo lo que tienes-le susurré.
-¿Vas a luchar... contra mi con esa ropa?
-¿Que tiene de malo los shorts, mi remera blanca y mis zapatillas?-pregunté inocentemente.
Me miró callado mientras que yo miraba a mi padre con una sonrisa diabolica. Pobre chico, ni sabia a lo que se estaba enfrentando. 
Se asercó a mi oído.
-Trataré de ser blando contigo-susurró dulcemente.
Me reí al escuchar ese chiste tan malo. Pobre de el, creía que era una niña insignificante... Tenigo a mis tíos abuelos-Jasper y Emmett- y a una abuala mas fuerte que ellos. Mas soy hija del jefe de la manada... Mas el hecho de que soy atacada por un monstruo cada mañana.  Iba a hacer mi truco secreto, uno que solo mas mujeres saben hacer para controlar a los hombres. Oí el ruído que significada "que empiece la batalla."
-Hora de la diverción-susurré.
El se río y empezó poniendo su pie atras de mi y haciendo  un debil empujoncito caí espalda abajo. El cesped estaba humedo y temía que algun horrible bicho subiera por mi pierna.
Paul se tiró ensima mío pero, no me aplastó, posó sus brazos, uno de un lado y otro del otro,luego  asercó sus labios a mis oídos y susurró:
-¿Te rindes princesa?
No dije nada, ereí y con un agil movimienome escabullí entre suspiernas hasta que quedé ensima de el, con una risita le dí un codaso entre medio de los omoplatos. 
El rugio de dolor y furia, y podia persivir que algo de humillación. Reí satisfecha y luego le dije:
-¿Rendido?
-Nunca.
Quería que diga eso me salí de arriva suyo y retrocedí hasta donde se hallaba el resto de la manada. Todos me aplaudieron ientras yo reía, aunque esto no habia terminado. 
-Vamos mi cachorrito dame lo mejor que tienes.-le grité.
Tardó un poco el levantarse hasta que por fin le pude mirar nuevamente a su cara de odio y humillación. Caminó hacia mí y luego por mi espalda escuche.
-¿Porque te dejas ganar Paul?-creo que ese era Embry.
Rechinó los dientes y cerró las manos en fora de puños... La ira fuetan fuerte que en un abrir y cerrar de ojos aquel empezó a combulcionarse y luego saltaron todas sus ropas por todo. Esto sería divertido,aunque mas peligroso por el hecho de que el ya no me veía como una niña, sino como uno mas de ellos.
Todos se quedaron helados.
-¿Esto no esparte de su "diversion"?-pregunté mirando a Brendy.
-Lo de trasformrse no...
No e quedé pálida como los demás esperaban. Le sonreí.
Corrí y me subí a su lomo,como una niña en un carusel subiendose a un caballo. Me reí al ver que Paul trataba de desaserse de mi como un toro furioso. Tomé su pelaje cálido y me sostuve de el hasta que hizo un ruido en forma de sonrisa. 
Me deseperé al ver que su forma cambiaba nuevamente. Cuando supe lo que significaba sali corriendo mientras chillaba y tapaba los ojos. 
-¡¡¡¡ASQUEROSO!!!!-chillé.
Escuchaba las carcajadas de todos y mi humillante derota. 
-Quiero la revancha, pero una ¡¡¡LIMPIA!!!-grité.
Pero nadie me tomaba en cuenta por las carcajadas. Aunque yo estaba pateticamente acomodada. Sentada, con las piernas a la aultura de la pera tapandoe los ojos. Como una niña pequeña perdida y asustada y tal vez algo traumada.
-Mi mochila, ¿donde esta?me voy a casa-me quejé.
Empecé a estirar mi brazo como unica esperanza de poder encontrar mi mochila eh irme sin mirar al asqueroso de Paul.
Alguien me alcanjó mi mochila de terciopelo blanco con un pequeños toques de dorado. Toqué la gigante mano y luego tomé mi mochila sin periso de nadie.
-Quien...¿?-empecé a preguntare quien era.
-Adivina...
Chille.
-Calmate, tengo pantalones. 
Me levanté y le dí una cachetada,lo mas fuerte que pude. Aunque para el solo fue un pequeño golpecito. Me enojé por mi derrota y le picé el pie.
Mi ravia llegaba al límite y luego le dí la espalda y me puse en la supuesta "fila" y me quedé  esperndo a que algun otro idiota le diera un buen mordisco a Paul.
-No te enojes, admitelo... Te encantó.
Le dí la espalda mientras cruzaba los brazos en mi pecho. Crují los dientes y lo ignoré. Me dí vuelta al ver que todos se volvieron a la fila.
Paul elejía a su oponente. Antes de poder escuchar el nombre sentí una peluza en mi pierna derecha. Se movía rápidamente pelo ¿como? Si hoy era un hermoso día sin viento.
Toqué la peluza y luego sus patas rozaron mis dedos. Lo unico que hice fue chillar como loca. Grité con todas mis fuerzas y empecé a sacudir la pierna.
Todos me miraron como siestuvieraloca pero no lo era... ¡UNA CUCARACHA ESTABA EN MI PIERNA! 
-¡¡¡QUITAMELA!!! PAPÁ! QUIL, EMBRY ¡¡¡ALGUIEN!!!-grité desesperada-¡ QUITENMELA!
Alguien tomó a la bestia peluda que caminaba en mi pierna. Ni mas ni menos que Collin. Este la tenía de las patas traseras.
-¡¡Matala!!-grité aterrada.
 Collin se la pasó a Embry y el payaso me la puso en la cara. Grité, chille y hasta creo que seme salieron lagrimas del miedo. 
-Embry ya dejala-se quejó mi padre- vale, dejenla por hoy... No la molestes mas. Eso va para TODOS.
-"TE ODIO"-le grité a mi padre.
Y salí corriendo hasta mi lugar secreto.  

viernes, 9 de julio de 2010

Ocaso-Capitulo 8: Peor que la muerte

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Peor que la Muerte

-Así que destrozaron todo el mercado-suspiró- no me extraña... ¡nunca se llevan bien!
-Mamá el empezó....
Mamá puso la mano el alto en señal que quería que cerrara el pico. Me ponía nerviosa que me callaran pero sabia que este momento no era el apropiado para quejarme.
Pero era verdad que E.J había empezado... Si no me hubiera retado a ver quien buscaba las cosas mas rápido nunca abría pasado lo que pasó. Aunque el había ganado empezó a festejar comiéndose todo lo que encontraba.
-Me eh cansado.. de ahora en mas no podrán salir a menos que tengan permiso. Si se escapan a esas saliditas de cine el castigo aumentara hasta todas las vacaciones de invierno ¿entendido?
-Pero.. si tengo una urgencia con la manada...
-Eso será responsabilidad de tu padre.
Me sorprendí de mi misma de lo calmada que estaba o de al menos lo que aparentaba ya que sabia una forma de desquitarme... ir a mi lugar secreto o romper la puerta a golpes. Pero no me sentía con ganas de romper algo, ni siquiera la guitarra de mi.. mi.. h..hermano.
Levanté la mano como en la escuela.
-Vale, parece un reformatorio... -me quejé- voy a salir.
-La palabra mágica hermanita-bufó E.J.
Mamá cruzó los brazos en forma esperando pacientemente la respuesta. Rechiné los dientes y miré clavandole la mirada de odio a E.J.
-Po....r....ff...favor...-dije en susurros.
-¿Que? Nadie te olló-dijo casi riendo en carcajadas.
-¡¡Por favor!!-grité furiosa.
E.J se río a carcajadas mientras que mi madre levantaba una ceja y movia los dedos esperando ago mas... pero esta vez no de mi, sino miraba a E.J como a mi. Yo me reí como venganza por sus estupideces.
El es simplemente el monstruo del lago ness. Pensé.
Como si E.J hubiera leído mi mente se río mirandome y encarnando una ceja.
-Yo no quiero salir así que no lo diré.
-Hay una manera de que suplique hasta arrodillandose.
-Jamás lograrás eso hermanita...
Corrí lo mas rápidoque pude y entré a su cuarto. Busqué la funda negra donde supuestamente estabaaquél tesoro tan presiado.
Tomé el objeto y luego grité:
-¿Ahora estas seguiro que no diras nada?
-Nunca-gritó.
Eso era lo que quería escuchar presisamente. Me reí y bajé lentamente mientras posaba mis dedos en cierre de la funda y la tiré para cualquier lado. Luego posé mis dedos en las finas cuerdas y los deslice lentamente y produjé un lijero sonido armonico.
Empecé a reírme diabolucamente al paso que bajaba las escaleras y veía poco a poco la expreción de E.J. Esta vez tenía algo mas que estupidez en su rostro tenía furia y desesperación.
-Elena creo que no...-empezó a decir mi padre.
-NO TE ATREVA APONERLE LOS DEDOS ENCIMA-gritó furioso.
Paré de tocar la guitarra y finalmente me posicioné en delante de el mirandole satisfecha. Posé mis dedos y empecé a tocar una melodía suabe. Primero con el DO, luego con el LA y así susesivamnte.
-¡Estas afeminando a Lessie! ¡Es una guitarra de rock no una guitarra de fondo!
-Lessie ya está muy afeminada, creeme.
Y con sus ultimas palabras dijo:
-Esto ya es personal.
Jacob Black

Se escuchó un grán grito de Elena, fue tanto el impacto que hasta creo que los demas estados lo abrán oído. Ví a la manada con los ojosgrandes como platos, esperandome con los brazos cruzados contra el pecho desnudo.
-Que rayos ah pasado...
-No quieres saberlo.-concluí exausto- pronto ella nos alcanzará.
Paul mirando hacia arriva, en la copa de los árboles y luego me miró aburrido.
-¿No vas a separar a tus hijos?
-De alguna forma es buen entrenamiento.
-Lo que sea. Ya no aguanto más,es todo muy aburrido aquí-se quejó Seth.
Escuché pasos atras de mi y luego supe que era Elena y E.J aún persiguendoseentre sí. Podía oír sus pasos mientras crujías las hojas secas. Elena griaba mientras corria para esta dirección mientras que E.J se reía por oír gritar a su hermana.
Miré para la dirección de los pasos y ví a Elena con su guitarra. Ahora veía porque rayos se seguían persiguendo.
-Solo tienes que darme la guitarra y arrodillarte ante mí- le grió E.J.
-Nunca, ni en tus sueños-gritó.
Extendí el brazo para atrapár a Elena y parar con esta estúpida discución y a ponerse serios. Elena pareció en fin corriendo hacia mi. Miró mi brazo extendido y luego cambio de dirección.
Suspiré y luego caminé hacia Elena y la sostuve en mis brazos. Lo quité la guitarra de sus manos yse la lancé a E.J quien la atrapó agilmente.
-¡Sueltame! -gritó.
-Castigada, a partir de ahora madrugarás y tu, guitarrista, no volverás a tocar la guitarra.
-¡Ja!-rió Elena.
E.J dejó la guitarra en el suelo y furioso se fue directo a la casa, o al menos eso creía. Miré y luego solté a Elena quien suspiró.
-Bueno, ahora si me disculpas me iré.
Lo tomé del brazo y luego le dí un tirón para que no se volviera a darme la espalda. Furiosa zapateó el suelo y rechinó los dientes. Fue y se formó con el resto de los muchachos.
-Seth, ya que estas tan aburrido ¿Porque no nos divertimos?-pregunte sonriendole.
-Que.. ¿iremos a algun lugar a comer o algo?
Todos nos reimos a carcajadas mandibula abierta. ¿Ella acaso creia que así nos divertiamos?

Elena Cullen Black

Que estúpidos, todos, cada uno de ellos. Tenía unas ganas de darles una patada a cada uno en....
-No Elena, nosotros nos divertimos de otra manera- me explicó Paul.
-Exacto... Elena ¿porque no empiezas?
-¿A hacer que?
Todos me miraron, contando mi padre... pero los demas me miraron tiernamente como si fuera la menos, como si tuviera 5 años.
Collin me dio un empujoncito amistoso en el hombro, aunque ignorando el hecho que casi me tira al suelo... Luego me adelanté cruzando los brazos.
-Elije un oponente.
-M... Conque lucha ¿eh?-miré fijamente a los muchachos morenos que estaban en fila contemplandome con sonrisas. Uno estaba mirando el cielo,el me llamó la atención, ni mas ni menos que Paul- Paul-dije sonriendole.
-No lucharé contra una niña-suspiró.
Entrecerré los ojos.
-Apuesto que lo unico que haces es transformarte en un gran y oloroso lobo.