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Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

martes, 26 de abril de 2011

Luna Llena- Capitulo 2

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Capitulo 2
Ojos Azul Eléctrico


POV RACHEL BLACK


Quedé con la boca abierta cuando Jacob me contó del tratado, había vampiros, vampiros buenos. Se alimentaban de animales, eso realmente me interesaba. Le pedí que me los presente, quería conocerlos.
-Rachel, te tomas todo muy en broma, pero podrías estallar, no tienes experiencia... -explicó sonriéndome.
-¡Por favor!-supliqué- sino veras con mis bromas -dije en tono divertido mientras me reía.
-Rachel, ¿hablas enserio? -comenzó a reírse, pero finalmente aceptó.


-Rachel, esta es la casa de los Cullen, últimamente, unos amigos de ellos se están quedando como huéspedes allí.-señaló una casa, no mas bien una mansión color naranja extremadamente pálido. Las puertas llenas de adornos y delicadeza. Era como ver una casa de muñecas, igual de perfecta.
Jacob tocó la puerta un par de veces. Yo esperé ansiosa, aunque también tenía mucho miedo. ¿Quien era el que me atacó? La puerta se abrió de un tirón y una chica de unos diez y ocho años o un año menos. Era muy bonita, Jacob se tensó cuando la vio.
La muchacha posó los ojos en mi y sonrió alegremente. Como si le hubiera gustado conocerme. Le sonreí muy tímidamente y miré el suelo, tal vez abría sido mejor quedarme en casa.
-Hola Ness-suspiró Jacob.
-¡Jake! y -me miró a mi esperando ansiosa- ¿tu quien eres?
Miré a Jacob.
-Mi hermana-respondió por mi. Clavando su vista en la apared central de la casa, evitando contacto visual con Ness.
Ness se sorprendió y me tendió la mano para saludar. Parecía muy amigable, me agradaba. Ella nos hizo pasar a la sala principal donde un TV gigante de plasma reposaba en la pared. Los sillones blancos y marrón daban un toque me modernidad a todo.
Las alfombras, la chimenea, los cuadros. Era todo muy hermoso. Me hubiera gustado poder comentar algo pero la vergüenza me comía viva. Estuve muy callada.
Jacobo le preguntó a Ness donde estaban Ayame y Nahuel y le dijo que se fueron a la playa. Que Matt se había quedado en la casa.
-Hm... ¿Quienes son, ellos?-pregunté avergonzada.
-Ayame es nuestra prima. Nahuel es un híbrido de vampiro y Matt es su hermano, casi hermano en realidad.
-A ver esperen, yo lo traigo- dijo levantándose y desapareciendo dando saltitos por el lugar.
Me senté en un sillón al lado de Jacobo bobo y esperamos pacientemente en silencio. Se escucharon pasos aproximándose y me senté derecha, lo contrario de Jacob.
-No tienes vergüenza-susurré para el.
Levanté la mirada y lo vi. Mi corazón comenzó a acelerarse como la otra vez que nos habíamos encontrado. Sus ojos celestes eléctrico, su rostro... Todo en el era perfecto.
Un fuego comenzó a recorrerme en cuerpo interiormente, uno cálido y abrazador. Una sensación que jamas había visto.
Sentí que iba a desmayarme al sentir tantas emociones a la vez. El y yo intercambiamos miradas, no quedamos viéndonos. Sentía un pequeño temor, el... me había atacado... Retrocedí un paso, Jacob me miró sorprendido.
-¿T...tu?-susurré.
-¿Se conocían?-preguntaron Jacob y Ness a la vez. El no era bueno, casi me mataba... Jacob había mentido, ellos no matan animales, matan humanos...
Me escondí de tras de Jacob. Matt me veía fijamente con una mirada de culpa en su rostro. No me iba a dejar engañar de nuevo. Mi corazón latía con más deprisa que nunca. Jacob miró a Matt con mirada asesina, pero eso no me relajó, me puso mas nerviosa,
-Mejor... vayámonos -le supliqué susurrando a Jacob.
El hizo una mueca y luego se dio media vuelta para salir de la casa... Me dolía que Matt, sea así... Parecía buena persona...

lunes, 25 de abril de 2011

Mi Propio Crepúsculo- Capitulo 3

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Loco por Protegerte
POV JACOB BLACK

Ya nos habíamos instalado, compramos un departamento cómodo para nosotros. Nessie lo había elegido junto con mi hermana, Rachel se había quedado con la ilusión de poder ver de nuevo a Carlie pero no se pudo ya que se había quedado con Bella y Edward.
En unos pocos días seria el cumpleaños número cuatro de Carlie. Rebecca pensaba venir a ver a su sobrina de nuevo y de paso a visitar a Billy, a mi y a Rachel.
Ness estaba muy nerviosa por la visión de Carlie, preguntaba a Alice una y otra vez si era cierto, que pasaría, que no pasaría, pero ella solo decía "no veo nada sobre un ataque de los Vulturi". Pero eso no la convencía, yo intente hablar con ella pero no quería escucharme. Hable con Bella y Edward un par de veces asi hablaban con ella pero ellos me venían con que no sabían que decirle, Edward lo había intentado pero fue el mismo resultado que el mio. Me preocupaba no saber que hacer con ella.


Escuché nuevamente su llanto, entrecerré los ojos y moví el hombro a Ness. Nos turnábamos por la noche, primero yo luego ella y así sucesivamente, esta vez le tocaba a ella. Al ver que Ness no despertaba me senté en la cama y parpadeé varias veces, eché un vistazo al reloj y eran las doce de la tarde. Rayos, me había quedado dormido para ir al trabajo, ¿o era sábado?
Caminé hacia Carlie, en medio del pasillo el llanto acabó. Caminé un poco mas rápido esperando verla despierta, al llegar no estaba. Fui hacia su cuna tratando de ver lo que no estaba, estaba desesperado. ¿Donde estaba?
Corrí a decirle a Ness, cuando llegué Ness tampoco estaba, estaba solo, sin saber que rayos hacer. Era como si clavaran mil cuchillos en mi espalda. Busqué por todos lados, grite sus nombres, sali a recorrer todo lo que podía, pero no estaban.
Abrí mis ojos brutalmente y me senté en la cama, rápidamente busqué a Ness entre las sábanas. Al encontrar algo duro y cálido supe que era ella, pero no me bastaba, tenia que asegurarme que era ella. La tomé por los hombros levantándola, haciendo que se siente en la cama. Abrió los ojos asustada y confundida y pude verla. Estaba bien.
Suspiré aliviado.
-¡Jacob!-susurró adormilada.
Me limité a abrazarla. Estaba bien, estaba bien. Sentía una gran necesidad de ponerme a llorar, a llorar de alivio, de saber que todo estaría bien. Pero.... sabia que no era cierto. Solté a Ness y luego me dirigí al cuarto de Carlie. No apresuré el paso, sabia que todo estaría bien.
Vi a lo lejos su cunita con sus peluches afelpados a su alrededor, y en medio, mi bebe dormida profundamente. Era hermosa. Simplemente hermosa. Podía quedarme toda la noche parado viéndola, para saber que estaría bien. Pero tenía una idea, podría poner una cámara oculta en su cuarto. Todo lo que fuera necesario para que esté segura.

Luna Llena- Capitulo 1

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Capitulo 1
Manual de Lobos

POV RACHEL BLACK
Estuve más de dos horas esperando a Jacobo en el aeropuerto. Se había olvidado que yo venía. Idiota. Había tenido que pedir un taxi para que me llevara a la Push, pero había terminado perdida en el bosque de la playa.
Comencé a ver el cielo tranquila, cerré los ojos y recordé cuando era pequeña, cuando mamá estaba viva, cuando yo, Jacob, Rebecca, Billy y ella salíamos de
excursión por los bosques. Esos recuerdos llenaron de un fuego amigable y cálido mi interior.
Me senté en una raíz de árbol salida de la tierra y llamé por el celular a la casa de Jacob. Sonó el buzón de mensajes una y otra vez.
Abracé mis piernas contra el pecho y hundí mi rostro en ellas. Idiota, ¿donde estas? Idiota, idiota, idiota... Por eso Billy habia dejado a Rebecca como mi tutora legar, porque Jacobo era un infantil e irresponsable.
Me sentí muy sola... estaba sola con los recuerdos que invadían mi mente.
Comencé a escuchar ruidos provenientes de los árboles. Miré a mi alrededor y noté el crepúsculo, era hermoso visto desde un bosque. Pero este era distinto a todos los demás, este era tan rojizo que parecía...
-Sangre-susurré aún viendo.
Todo fue muy lento, como se iba el sol y entraba la luna, era la luna llena. Al subir la luna por completo las estrellas brillaron como ojos celestiales, tan pequeños y perfectos. Las nubes color sangre desaparecieron hasta quedar grises. Todo oscureció.
El bosque daba terror al anochecer. Los grillos comenzaron a cantar y el frío viento comenzó a avecinarse hacia mi. Me abracé a mi misma para no tener tanto frío pero la humedad lo daba aún mas.
Escuché nuevamente un ruido en los árboles. Puse mas atención a las copas de los árboles que me rodeaban para ver que había. Logré ver una silueta masculina en la copa de un árbol alto.
-¿J...jacob?-susurré tratando de ver mas claramente a la persona.
La silueta saltó del árbol, sentí ganas de gritar, se estaba suicidando. Iba a matarse. Me quedé pálida y en una parte en shoock. Tragué saliva tratando de parecer mas valiente.
La figura aterrizó de pies excelentemente sobre la tierra. Me paré de un tirón y comencé a gritar. No era humano, un humano cualquiera hubiera muerto o al menos se hubiera roto algo.
El se rió y en unos pocos segundos ya estaba en frente mio con sus dedos en mis labios. Me tenía con fuerza, tenía miedo. Me empujó contra un árbol y yo choqué contra el fuertemente, escuché el crash de alguna rama o de alguna costilla. *Apenas pude levantarme apoyándome contra el árbol y el me tomó del cuello y me levantó, apricionandome en medio del árbol y el.
Luchaba por respirar, llevé mis manos a la garganta para tratar de hacer que me suelte. Sus ojos color azul eléctrico me contemplaban muy detalladamente.
-¿Q...quien eres...?-traté de decirlo con la mayor claridad que pude.
-No necesitas saberlo-su voz era hermosa, tan grave y tenía cierto toque de calidez.
Siguió contemplándome, iba a morir. Si iba a morir, al menos no quería verle a los ojos, quería morir con esa poca dignidad. Moví mi cabeza como pude y cerré los ojos. El viento soplaba con mas fuerza, me atreví a ve un poco mas, vi el rostro del joven. Era hermoso. Mi corazón comenzó a acelerarse poco a poco.
-Si vas a ... matarme... hazlo ahora-suspiré todavía luchando por respirar.
Antes de que pudiera responder, me soltó y miró al suelo. Luego desapareció entre la noche. Se fue... estoy viva...

Cuando Jacobo finalmente me había encontrado lo reté y le conté todo lo sucedido. El se preocupó un poco y en el camino finalmente me explicó todo... El me preguntó si había visto un vampiro, al principio creí que me estaba haciendo una broma pero luego me explico que también había vampiros, que estos eran como los que había visto en Montana, Carlisle y Esme.
Por raro que pareciera, no le conté que los había visto, no tenía porque contárselo. Solo fue una vez, no los volveré a ver, además, ellos eran muy agradables.
-Y dime... ¿es obligatorio matar vampiros? no quiero matar...
-Mira... si tu no lo haces ellos lo harán, como el que te atacó hace rato, seguramente percibió tu olor. Eres licántropo, Rachel, ya no eres humana. Pero como toda cosa mala saca lo bueno. Pero eso depende de como lo mires...
-Tu estas feliz porque estas con Renesmee, no tienes de que quejarte -suspiré triste.
Jacob cambio la cara, muy repentinamente. Me asusté al verlo así, tal vez no debía mencionar eso... tal vez le molestaba el no poder elegir a su pareja a su voluntad. Caminamos todo el recorrido en silencio. Todo estaba muy tranquilo, pero aún tenía un poco de frío. Jacob me miró de reojo y se rió.
Lo miré enojada, ¿acaso se burlaba de mi? estúpido...
-Hay Rach, eres la peor mentirosa que jamas vi, los lobos no tienen frío.-Dijo sonriéndome entre risas.
-Pues adivina, Jacobo Bobo,- me miró enojado- ¡si eso dije! ja-co-bo- bo-bo -tarareé- me muero de frío desde que llegué... tal vez no sea loba -me alegré por un momento- o al menos eso creo, ¿porque no hay un manual de lobos?
Jacob se rió y pasó su brazo por mis hombros para calentarme. Parecía que tenía cuarenta grados de fiebre. Me asusté y el se volvio a reir de mi. Le gustaba burlarse de mi. Tonto...

domingo, 24 de abril de 2011

Luna Llena- Epilogo

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Epilogo

POV RACHEL BLACK

-Rebecca, ¿enserio tienes que irte?-pregunté triste, no quería que me dejara sola. Aunque sea por unas semanas. Ella me sonrió cálidamente-te extrañaré...
-Niña loca, solo serán dos semanas... ademas, te dije que si te sentías sola podías llamar a Jacob...
-Jacobo y yo nos odiamos-dije riéndome. Logré que ella también riera.
Hacía mucho calor en el aeropuerto. Abracé a Rebecca fuertemente y ella me envolvió en sus brazos. Por tener veintiséis años me sentía muy infantil a su lado, pero siempre nos habíamos llevado bien.
El abrazo de despedida se hizo muy corto, no, no quería que se fuera... pero tenía que irse si quería seguir su carrera... Sin molestarla mas nos soltamos y me dio un beso en la mejilla.
-Rach, no me extrañes, volveré pronto.
Asentí y traté de sonreír mientras veía a mi hermana ir hacia el micro que la llevaría a la plataforma del avión. Me sentí tan sola en esos momentos... No quería soltar lágrimas, me dí la vuelta y comencé a buscar la salida del lugar para ir a casa. Estaba exhausta, eran las cinco de la madrugada.

Colgué la cartera en el perchero y me tiré al sofá, pensé en Jacobo, hace mucho que no lo veía. Desde que Billy murió.
Miré el reloj y eran las seis menos veinte de la madrugada, aún no salia el sol. Cerré los ojos, pero luego, cuando estaba a punto de dormirme alguien toca la puerta. Me levanto de mala gana y voy hacia la puerta. Observo por la pequeña ventana de la puerta quien era.
¿Quien rayos tocaba a esta hora? Pensé.
Ví a dos personas totalmente pálidas, y extraordinariamente bellas. Uno era de unos veinte y algo con cabello color cobre y ojos miel, tenía una mirada generosa; mientras que su acompañante parecía de su misma edad, pero su cabello era color marrón con sus mismos ojos color miel. Eran una hermosa pareja, ellos sonreían pacientemente.
Finalmente abrí la puerta y los miré delicadamente. Eran perfectos, totalmente hermosos, nunca había visto tal hermosura...
-Que tal... soy Carlisle y ella es Esme- saludó presentándose con voz dulce- discúlpanos por despertarte pero es que nos quedamos algo así como perdidos -rió apenado- ¿nos podrías decir la dirección del aeropuerto central?
-Mucho gusto, soy Rachel-saludé sonriendoles. Comencé a explicarles el dificultoso camino para llegar al aeropuerto y luego les pregunté si no necesitaban algún apunte para recordar.
Ellos se negaron, me agradecieron y se marcharon así nomas. Yo no creía que se acordarían de todo, era muy complicado y quedaba lejos. Cerré la puerta y me acosté en el sofá a dormir un poco.
Comencé a soñar nuevamente. Estaba sola, en una playa muy familiar. La Push, pensé primero pero luego me di cuenta que no era, o al menos eso creía. Aparecía yo, con un vestido celeste cielo, era hermoso, con tiritas muy finitas y el vestido me llegaba a las rodillas.
Unas siluetas aparecieron de repente, sentí como el pánico me invadía. Tenía miedo, ¿de que? Intenté ver con mas claridad pero se me hacia imposible. Las siluetas se acercaban mas y mas, hasta que llegaron a un árbol muy alto. Se detuvieron y desaparecieron. Al darme cuenta yo ya no estaba, en mi lugar, había un lobo color café. Desperté gritando y sudando. Con la respiración agitada miré el reloj, eran las doce de la tarde. Me levanté temblando del sofá, comencé a ver las cosas de modo distinto.
Quería que Rebecca estuviera aquí, ella me consolaría, pero no, se fue ya no esta. Comencé a enfadarme cada vez mas con ella. Era una egoísta, no la soportaba, siempre era lo mismo. La rabieta se convirtió en algo mas que enojo, podía estallarle en la cara todo lo que tenía para decirle. Y también estaba Jacob, nunca me visitaba, nunca, nunca me llamaba ni nada. Estaba exhausta de todos. Sentía muchas ganas de gritar.
Un fuego interior comenzó a expandirse dentro de mi, cada vez con mas furia. Lágrimas amargas corrían por mi rostro, al igual que el sudor en mi frente. Apreté los dientes y comencé a gritar para calmar el fuego, pero no era suficiente. Estaba estallando, eso necesitaba. Comencé a tener contusiones. Asustada y furiosa traté de que pararan pero no servia. Grité por ultima vez...
Miré al techo, me había calmado, el fuego paró de expandirse dentro de mi, había desaparecido. Comencé a entristecerme por lo que había pensado de Jacobo y Rebecca. No tenía derecho de pensar asi de ellos, eran muy buenos ambos.
"Lo siento" quise decir, pero no pude hablar. Las palabras no salían de mi boca. Solo escuché un gruñido. Comencé a mirarme a ver si tenía algo, fui a un espejo donde podía verme cuerpo completo y me vi aterrada. No era yo, allí habia un lobo gigante color café... como el de mi sueño...
Miré hacia atrás aturdida y miré mis ropas hechas trizas atrás, quería llorar, quería llamar a Rebecca para que me ayude, que me salve, pero no estaba. Nadie estaba... Solo yo... o lo que supuestamente era yo... una bestia.
Comencé a estrellarme contra la pared, quería despertar, estaba desesperada, era un mal sueño, una pesadilla. Malditas seas, quería volver a ser yo.
No podía... no sabia siquiera si podría volver a ser la misma de antes, ¿que me había pasado?¿y si no puedo volver a ser humana?¿Que hará Rebecca cuando me vea?
Tenía que huir, ella podría pensar que yo me había comido a mi misma. Había toda la evidencia, los pedazos rasgados de mi ropa, un gigantesco lobo en casa...
Tenía que descansar antes de partir. Dejé la pared y fui al sofá, al ver que no entraba ya que era muy pequeño me fui al piso, como un perro. Quería llorar, pero ¿de que serviría? Apoyé mi cabeza en lo que sería mis manos. Jacobo... ¿como te estará yendo? Pensé en el y me quedé dormida.
Abrí mis parpados lentamente. Sentía como la alfombra hacia cosquillas a mi piel desnuda. Miré mis patas y comencé a gritar. Era yo. Yo, yo, volví a ser humana. ¿Como era posible? Aún no podía creerlo, corrí al baño, me envolví en una toalla y me miré al espejo, era humana. Comencé a llorar.
¿Que me había pasado? Tenía que llamar a alguien, en busca de respuestas... a Rebecca no podía llamarla, se preocuparía de mi demencia y vendía o creería que estoy bromeando. Luego pensé en Billy, Billy siempre había estado con Jacob en Forks.
En Forks había leyendas... mas que leyendas, una historia... podía llamar a Jacob y preguntarle sobre aquellas leyendas... ¿Tenía su número?
Corrí a mio habitación en busca de mi celular, revolví mi cuarto buscándolo y lo encontré bajo mi cama. Lo tomé rápidamente y busque en mi agenda preocupada por encontrar su número. Allí estaba. "Casa de Forks". Comenzó a sonar, pii pii, el tono me volvía loca. Quería que conteste, quería saber que me pasaba. Quería saberlo todo...
Finalmente, una voz grave y divertida atendió.
-¿Hola?
-¿¡Jacob?!-casi grité de la alegría. Su voz estaba muy cambiada, tendría unos veinticinco años.
-¿R...Rachel? valla tiempo-rió- ¿que sucede?
Me quedé pálida...¿Como podía explicárselo? Me quedé callada, sin una palabra, sin saber que decir... Estaba desesperada, quería llorarle todo lo que había pasado. Traté de controlarme.
-D...dime ¿recuerdas las leyendas que contaba papá? ¡Necesito saber!
Jacob se quedo callado, por un segundo creí que había cortado, pero finalmente habló firme.
-No Ra, no las recuerdo...
-Jacob sé que mientes. Es que... necesito enserio saberlas, es que me pasó... -se me había ido la lengua.
-¿Que pasó?-preguntó brusco, interrumpiéndome. Parecía serio, ya su voz no era amigable, sino parecía la de un líder, rígida y seria.
-No me creerás... -dije casi llorando. No podía imaginarme a decirle lo que había pasado, no sabía como decírselo... No sabia si tenía que decírselo.
-¡Dilo!-casi gritó.
Suspiré y comencé a explicarle lo ocurrido, desde la despedida de Rebecca hasta la parte que me quede dormida y desperté siendo una bestia con cada detalle que pude. Le conté de la visita de la amigable pareja perfecta. Jacob no habló ni interrumpió ni un solo segundo, ni siquiera en las pausas largas que me daba para saber si no era un sueño. Al terminar cerré los ojos llenos de lágrimas, feliz por haberle contado de esto a alguien.
-Rachel... tienes sangre quileute, debes venir a Forks, yo también soy igual que tu... te lo explicaré mejor cuando vuelvas. Arreglaré todo con Rebecca, tu tranquila, para el viernes estarás en Forks.
Forks... mi antiguo hogar...