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domingo, 1 de mayo de 2011

Luna Llena- Capitulo 5


Llegó Lola

POV RACHEL BLACK
Luego de lo de ayer, luego de lo que había pasado estaba exausta. Jacobo bobo me hizo practicar una y otra vez como rayos convertirme en loba. Pero no me
salia. Me resultaba imposible.
Matt estaba sentado del otro lado de la fogata al lado de Ayame. Ella era perfecta, era bella, mayor, y sobretodo valiente. Sabia aprobechar las cosas cuando
la oportunidad se le venía ensima.Me maldije a mi misma, ¿como era posible que yo no pudiera...? Ella por ser así tenía todo lo que yo deseaba... Tenía a
Matt... mi todo. Igual, no podía interferir, hacían linda pareja... y parecían muy enamorados... Por mas que amase a Matt, por mas que el fuese mi
imprimación, tenía que dejarlo ante su felicidad, Ayame.
Matt y yo intercambiamos miradas, evité sonrojarme girando bruscamente hacia el mar. No quería verlo, no quería que me viera sonrojada, no quería perderme
en su mirada llena de calidez.Tenía muchas ganas de llorar, ¿porque no? el las merecia, y tambien merecia esperarlo, si es que alguna vez el podria verme
algo mas que una amiga. No podía darle mas que mi amistad, era feliz viendolo feliz. No podía obligarle...
Ayame me miró sonriendo y yo le sonreí. Miré nuevamente al fuego y esperé a que alguien se sentara a mi lado, alguien que me escuchara... Quería llorarle
a una persona. La que fuese.Quería llorarle a Rebecca, pero... ¿para que? solo la preocuparía y vendría a buscarme.
Apoyé mis codos sobre mis piernas y posé mi perilla sobre mis manos,observando el suelo. Tratando de mantenerme caliente. Las noches eran frías aquí, pero,
las eran aún mas cuando mi corazón estaba solo.
Me levanté fingiendo sonreir, al mismo tiempo Matty se levantó y se me quedó mirando. Lo observé casi feliz y me di media vuelta para irme a la playa
tranquila. Para no pensar mas, Ayame era mi prima, no podía lastimarla así... Quitandole a Matt, no podía alejar a Matt de Ayame, me dolía, lo sabia mas que
nadie, me sentía sola, lo sabia. Pero no podia hacer otra cosa mas que observar y amar en silencio.
Llegué a la playa, me arrodillé sobre la arena mojada y observé la marea.Tomé una rama y comencé a dibujar cosas con ella en la arena, primero dibujé una
flor, luego una estrella y finalmente unos ojos finos y delicados. Me hicieron recordar mucho a los de mi mamá.
-¡Rach!-gritó alguien a mis espaldas.
Me dí vuelta suspirando y ví una silueta masculina. ¡Demonios! Matt se asercaba despacio, con paso lento observandome sin mas que comentarios en silencio. Lo
miré esperando algo ansiosa que se sentara a mi lado y que riamos. Me vastaba con eso, me vastaba reirme con el. Tomé la rama con fuerzas para no llorar
y miré el suelo. Vi sus zapatillas negras, informales y nuevas.
-¿Pasó algo?-pregunté con un hilo de voz.No podía controlar mi voz en estos momentos. No quería que sospechara que algo me pasaba...
Se sentó a mi lado y observó mis dibujos, sonrió al ver la flor.
-Eres buena dibujando...
-¿Enserio?-susurré sonrojada.
Pasó su llema de los dedos por mis dibujos delicadamente, sin siquiera casi tocarlos. Trató de hacer lo posible por no arruinarlos. Yo me reí y comencé a
dibujarlo a el burlonamente. Le hice dos ojos gigantes y una nariz como calamardo y una sonrisa timida. Me reí mientras lo dibujaba. Matt me miró levantando
una ceja y lanzando una carcajada, aunque la carcajada acabó cuando puse un cartel que decia "Matty". Comencé a reirme de el, Matt comenzó a mirar el dibujo
con cautela y luego me miró.
-Yo no soy así de feo...
-¡Waw! que sexy Matt-dijo Nahuel riendo a sus espaldas. Comencé a reirme con el- y... wow ¡esa nariz! Dios Rach, eres una genio retratando la naturaleza
oculta de la gente.
No podía parar de reír. Nahuel le ponía comedia a todo. Matt, enojado miró a Nahuel como diciendo "alejate si no quieres morir hoy". Comencé a imaginarmelo
y me reí. Paré en un segundo al ver a Jacob a mi lado observando mi dibujo de Matt. Lo tapé como pude pero ya era tarde. Lo había visto.
-Debe ser el encanto familiar, cuidado Nahuel, mira si en unos años llega a pasarte lo mismo-comenzamos a reirnos por las caras de Matt y Nahuel. Los
hermanos intercambiaron miradas y luego miraron a jacob con mirada ascesina. Sonreí.
Me paré rápidamente y comencé a correr al mismo tiempo que Jacob. El era más rápido, era injusto. Comencé a cansarme poco a poco, y miré hacia atrás, veía a
Matt correr detrás mio mientras que Nahuel iba detrás Jacob. Me desvié de la playa y corré hacia un laberinto de árboles. Matt paró de repente y me miró
preocupado.
-¡Rachel! por ahi no, es peligroso-mintió. Fingía muy bien, pues claro, tenía 190 años. Seguramente había practicado, que perverso.
-No mientas-grité riendome, sin mirar atrás. Al darme cuenta, había perdido a Matt de vista.-¿Matt?-susurré aterrada.
Miré hacia todos lados, esperando ver a Nahuel, o a Alice con Jasper. Pero nadie apareció. Todo estaba muy callado, muy oscuro, muy frío. En especial frío.En
ese momento recordé cuando me había perdido en el supermercado, había pasado la peor verguenza llorando enfrente de los guardias cuando tenía seis años. Jacob
cuando me encontró había comenzado a gitarme, pero esto era distinto, porque... Había neófitos, y porque... estaba realmente sola.
Me senté en el pie de un árbol y oculté mi rostro en mis piernas. Demonios, demonios, demonios. Matt no mentía...
Comencé a pensar nuevamente en Ayame y Matt. Ayame, lo amaba, podía notarlo en sus ojos color verdes. Matt tambien la amaba, tenían buena quimica, aunque Matt
sea mi impronta, Ayame seguramente lo amaba igual que si fuese su impronta.
Me había dado cuenta, que al fin estaba sola... Podía finalmente llorar, pero... no quería estar sola si eso pasaba. No podía. además, ¿quien me consolaría?
Lola no estaba aquí, que le escribiera, que le hablara por telefono no era lo mismo. El frío soplaba más fuerte. Comencé a estremecerme y a temblar. Estando
una remera sin mangas, unos pescadores y unas zapatillas no ayudaban con el frío.
Comenzó una figura a moverse entre los árboles y yo retrocedí lo mas que pude, comencé a aterrarme. Un neófito. Estaba muerta. No sabía como trasformarme,
y no sabia defensa personal. Estaba muy pegada al árbol con la esperanza que no me viera, que me confundiera con alguna sombra del bosque. Era inutil. La
silueta femenina se asercaba a mi con elegancia. Me levanté y salí corriendo sin importarme el rumbo. Quería volver con Jacob. Quería volver a casa, quería
volver al unico lugar al que estaría bien... Con Matt.
Me llevé con las ramas por todos lados, varias me lastimaron y dejaron porrasos en mis mejillas y hombros desnudos. Lo peor era que no sabia si estaba
perdiendome o me estaba volviendo a salir de aquél bosque.
Sentí como unos brazos me abrazaban por la cintura y yo le metí un codazo para que me soltara. Estaba aterrada. Me limité a seguir corriendo. Lágrimas
comenzaban a asaltarme por sorpresa. Que sea una pesadilla, que sea una pesadilla. No paraba de repetirme.Quería gritar ayuda, pero no sabía como decirlo.
Me había olvidado todo.
Alguien me esperaba enfrente con los brazos extendidos, Ayame. Corrí hacia ella y comencé a llorar, la rodeé con mis brazos abrazandola lo mas fuerte que
pude.Aya, me abrazó sorprendida. Luego me soltó y me miró fijamente. Miró a los alrededores y se puso defenciba y tensa.
-Lo...lo siento, yo solo vine al bosque...me tropesé con...-dirijo una mirada hacia atrás para mostrarle la sombra, pero no había nada. Pálideci.
Me tomó de la mano fuertemente, ignorando lo que hbía dicho.Me trataba como si fuese mi mama, y estuviera enojada. Eso me enojó, lo que yo había visto allí
no era mi imaginación.
-¿Porque lloras? Nosotros eramos los preocupados que te buscamos-suspiró exausta y enojada.
-Me asusté...-Me había decidido por no hablar mas. No me creería.
Finalmente pude mirar a Jacob a la cara, quien estaba muy enojado conmigo. El estaba cruzado de brazos mirandome fijamente, como si quisiera atravesarme con
esa mirada tan fría que tenía. Moví mi cabeza hacia todos lados buscando a Matt, lo encontré allí sentado de espaldas con Ayame al lado en la fogata, en
uno de los seis troncos.
Se me endurecio hasta el alma al verlo reirse con Ayame... No podía seguir viendo esto... pero no podia resignarme, no podia irme de aqui sin antes
ver la felicidad de Matt.
De los árboles de atrás apareció la misma sombra que anteriormente me habia sorprendido. Retrocedí para no gritar, apenas pude señalar la silueta femenina
que se asercaba a mi. Esta era de cabello color caramelo hasta la cintura, cuerpo violín, dientes blanco perla y sus ojos inconfundibles de color azul,
pero al conocerla, sabia que sus ojos cambiaban conforme a laluz.
-Diganme que es una pesadilla-susurré para mi misma cerrando los ojos.
-¿Lola?-preguntó jacob.
-¡Llegué amor!-gritó divertida, abrazandome.
Tragame... tierra.

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