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Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

domingo, 28 de marzo de 2010

Capitulo 1

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Momentos Felices
One Shoot


Unos pequeños rayos de sol irrumpieron mi sueño. Eso me decía que hoy sería un día soleado, aunque eso no era una sorpresa. En Phoenix todos o la gran mayoría de los días son soleados.
Estos días extrañaba mucho a mis queridos hijos, Elena y E.J.
Ellos habían hecho su vida con la persona mas importante para ellos, eso me ponía tal feliz. Tal vez hoy tendría que llamarlos.
Ellos se quedaron en Forks debido a que quería estar allí todo el tiempo que pudiesen, debido a que ellos nacieron, crecieron y se enamoraron allí.
Jacob y yo decidimos vivir en Phoenix un tiempo, ya que extrañaba mucho el sol y sus cálidos rayos que acariciaban mi rostro por la mañana.
Me senté en la cama y observé a Jake tumbado en la cama completamente dormido. Me reí y acaricie su mejilla suavemente.
Salté de la cama y me dirigí a mi gran armario. Busqué una blusa color canela sin mangas y unos baqueros.
Caminé descalza hacia la cocina para ir a preparar un rico desayuno para mi esposo y para mi. Hoy me desperté hambrienta.
Caminé lentamente... Cuando puse un pie en la cocina...
-Pum-hizo un ruido.
Era la lavadora, ¡me había olvidado de sacar la ropa! Que torpe soy, seguro que hasta mi hija se acordaría de aquello tan sencillo.
Corrí con los pies descalzos a escalera arriba para ver si la ropa se había caído otra vez de la lavadora. Abrí la puerta del desván y corrí para donde estaba la lavadora.
Rápidamente quité toda la ropa que estaba dentro y la coloqué sobre un cesto para llevarlo a colgar para que seque un poco.
Cogí el canasto y finalmente me paré. Caminé lentamente mirando alrededor tratando de buscar algún pequeño recuerdo.
Miré al techo tratando de darme una idea pero.. nada, hasta que.
-Auch...-me quejé.
¿Me... me había llevado algo por delante?
Coloqué suavemente en el suelo el cesto y me arrodillé frente a la gran caja que se encontraba en frente de mi.
La caja era de mudanza, estaba con mucho polvo y el cartón estaba podrido. Le sacudí todo el polvo suavemente para no arruinar mas la caja de lo que estaba ahora.
Al terminar de sacudir el polvo me encuentro con unas letras bastante grandes que dicen.

RECUERDOS

No recordaba mucho esta caja, parecía como un sueño olvidado. Recuerdos agolpados en un simple trozo de cartón.
Intente abrir aquella caja pero al intentarlo me dí cuanta de que tenia cinta adesiba en todo el alrededor.
Me paré y empecé a buscar algo filoso para quitar aquella molesta cinta. Pero no encontré nada, busqué en todos los lugares del desván pero nada, ni una tijera, ni un cuchillo.
Luego recordé que en la cocina había unas tijeras.
Cogí el cesto de ropa para colgarla-de paso- y también buscar mis ojotas ya que aún estaba descalza.
Bajé las escaleras muy apurada, para abrir esa caja llena de misteriosos recuerdos, tal vez hasta de mis abuelos o de mis padres.
Ya no podía esperar para abrirla, estaba tan tan ansiosa. Los enigmas que encerraba esa vieja caja me mataban.
Finalmente cuando terminé de bajar esas escaleras me dirigí hacia el cuarto para ir a buscar algo para cazarme, me estaba empezando a molestar tenes los pies descalzos.
Dejé el canasto en la cocina para luego ir a colgar las ropas y caminé rápida y sigilosamente asía la habitación. Jacob seguía dormido como un tronco... ¡Que sueño pesado que tenía!
Me reí lo mas bajo que pude, aunque si gritase el no se despertaría... Tenía el sueño pesad. Dejé de mirarlo y abrí el gran armario y rebusqué para encontrar mis ojotas.
Me encontré de todo... Una remera color turquesa, unos baqueros, y varias remaran manga larga. Pero no encontraba ninguna ojota.
Pero encontré mis pantuflas- me dio igual- me senté a un extremo de la cama y me las coloqué lo mas rápido que pude.
Jacob a mis espaldas se dio media vuelta aún dormido y luego su pierna se movió hasta hasta unos pocos metros de mi espalda.
Al terminar de ponerme las pantuflas corrí fuera de la habitación y tomé el cesto, me dirigí a la terraza para colgar las ropas.
Primero tomé una camiseta de Jacob color café. La doblé y la colgué lo mas rápido que pude y lo mismo hice con los calcetines, ropa interior y baqueros. Hoy el día era perfecto, seguro que las ropas estarás cecas antes de que el mediodía acabe.
Respiré hondo y luego estiré los brazos para estirarme un poco. Estaba algo cansada, aunque no había hecho nada- o mucho-.
Caminé humanamente dirección a la cocina para coger esas endemoniadas tijeras. Bajé las escaleras casi corriendo y me encontré con Jacob en el camino.
¿Se había levantado? ¿Como es que no me había dado cuenta?
-Buenos días-dijo adormecido.
Se acercó a mi, me rodeo con sus cálidos brazos y me dio un tierno beso en la mejilla. Me puse colorada y le devolví ese pequeño beso.
-Buenos días. ¿Dormiste bien?
Asistió lentamente.
-Deja que hoy haga yo el desayuno-ofreció mostrándome sus blancos dientes.
-Gracias.
Le sonreí y me dirigí asía la cocina para coger esas tijeras. Abrí el cajón donde supuestamente estaban. Había cuchillos y tenedores pero no encontraba las malditas tijeras.
Me puse nerviosa y traté de controlarme ya que me dí cuenta de que el cuchillo también servía.
Cogí el cuchillo y me cruce con Jacob que me miró con una cara de espanto al verme con un cuchillo en la mano.
-Muy gracioso-dije entre risas.
-¿Pero ahora que dije?
Me reí con el y luego ambos seguimos nuestros caminos. Yo subí otra vez esa escalera mientras que el preparaba el desayuno.
Giré la perilla de la puerta y encendí el foco de luz. La caja seguía estando en donde la había dejado.
Me senté a un costado y luego corté la cinta adecíba. Abrí la caja con muchas ilaciones... Tratando de volver a recordar aquellos momentos felices.
Al abrir la pequeña caja solo encontré dos cosas. Una foto y una pequeña nota con la letra de Jacob.
Cogí el sobre sellado y lo abrí delicadamente ya que era un sobre tan viejo...
Cogí la pequeña hoja de papel amarilla por los años de su antigüedad. La nota decía:

Luego de tanto sufrimiento que tuve, luego de que me hacía varias ilusiones de que Bella y yo seríamos felices juntos.
La obscuridad de los bosques me absorbían en ellos para llevarme mas a la obscuridad... Cada vez caía mas, hasta que en las penumbras de los bosques... Una luz apareció en mi camino luego de tanta obscuridad.
De repente mi vida dio un giro de 180 grados... Al poder conocer aquella luz llamada Renesmee.
¿ Parque escribo esta cursi carta? para que recuerde el 1 de diciembre... El día en el que volví a vivir al felicidad al conocer a Nessie y hacer de esto un momento y recuerdo feliz.

Lagrimas caían de mis ojos como una lluvia de granizo... Inesperado.
Recuerdo que mi madre me había contado que Jacob pasó por mucha obscuridad... en especial cuando mi padre y mi madre se encontraron nuevamente.
-Mi Jake...-susurré-te amo tanto.
Me sequé mis lagrima y guardé aquel recuerdo dentro del sobre.
El teléfono empezó a sonar y corrí a velocidad sobrehumana para atender. Debido a que estaba bastante lejos de un teléfono ahora.
Pasó solo tres segundos hasta que llegué a contestar el teléfono. Pero alguien ya había contestado, me quedé escuchando un poco.
-¡¿Como andas tronco?!-dijo una voz bastante familiar.
-¡Seth! cuanto tiempo.... ¿Como es que anda Forks?
De repente todo quedó en silencio. Temí que me hubieran descubierto, estaba a punto de cortar pero luego...
-Bueno... tus hijos andan de maravilla.
-Valla... y dime ¿Elena sigue siendo la típica adolescente?
-Es toda una mujer... Olle hay alguien que quiere hablar contigo.
Escuché murmullos muy bajos en la linea... No se escuchaba nada... ¿Con quien hablaba mi esposo?
-Ness-gritó Jacob.
Me asusté tanto que hasta hice un malabar con el teléfono y lo hice caer al suelo en mil pedazos. No sabia si reírme o que.
Tal vez el cárma me castigó por espiar las conversaciones es que no pude evitarlo... por un momento pensé que llamaban Elena o E.J.
-¿Que pasa Jake?
Jacob se acercó a la habitación en la que yo estaba con el teléfono inalambrico en su mano derecha. Miró el teléfono con duda y luego se volvió a hacia mi con una sonrisa.
-Alguien quiere hablarte.
Extendió su brazo y yo tome el teléfono como si fuera un tesoro muy delicado. Lo pegué a mi oreja y luego escuché.
-¿Abuela?

Diario de un Vampiro- Capitulo 8

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Capitulo 9 Soledad.

Me senté en mi pupitre, era hora de Geografía, siempre odie esa materia aunque fuera muy buena en ella. Me senté al lado de Matt y luego la señorita Luciana entró a la clase con cara de “prueba sorpresa”. Al llegar poso sobre su escritorio su bolso con muchas cosas. Solo pude ver hojas, lápices y muchas hojas de alumnos en rojo.

-Bien alumnos-dijo- tomaré preguntas de Louisiana. Y no hagan trampa- dijo mirando a un alumno que a su apariencia parecía rebelde.

-Hay una zona a la que se llama “Zona Muerta” o “Mar Muerto” ¿alguien sabe porque?

Me miro he levantó una ceja como para decir “usted por favor”.

La respuesta era tan fácil, tanto que hasta uno de cesto podría responderla.

-Señorita Amber.

-Se le llama Mar Muerto o Zona Muerta porque tan bajos de oxígeno que imposibilitan la vida marina.

Me miro con asombro y luego recogió su lapicera roja, busco algo en su papel y luego marcó algo.

-Diez-me dijo con una sonrisa- Mariuni, ¿En que zona esta la Zona Muerta?

El muchacho rebelde se dio vuelta de su charla y miró fijamente a la maestra esperando a que se le ocurriera algo entupido y fastidioso. Como los payasos de la clase, bueno el parecía uno.

-Pues, en Texas-dijo y todos se rieron de su comentario.

Yo no me reí porque recordé no haber visto a Steban ni a ninguno de sus hermanos hoy. Mis latidos de corazón eran muy fuertes como si se me fuera a salir el corazón de mi pecho. Pero luego se calmo al no escuchar más las risas.

-Como siempre riéndose ¿verdad?-dijo enojada- bueno tarea extra para todos.

Todos se callaron y luego se podían escuchar murmullos de los estudiantes más molestos.

-Ey, Ron hoy vamos con Max para darle una lección de geografía-dijo uno agachándose para que Luciana no lo viera.

Ese muchacho debía de ser el bravucón del salón o de la escuela. NO lo sabia, lo que si sabia era que no había que meterse con el.

Arranque una hoja de mi cuaderno de hojas ralladas y luego escribí:

¿Quién es ese bobo?

Se la pasé a Matt, luego empezó a escribir algo y luego me la pasó:

Es Marvin, un idiota descerebrado que pelea con todos y abusa a las chicas que puede y quiere.

Su trazó era enojado y la escritura era bien apretada.

El esta en el equipo de Rugby ¿verdad?

Matt asistió y me quito el papel de las manos.

Un consejo, no te acerques ni te encariñes con ese perro gigante. Los licántropos son traicioneros…

Le di un empujoncito en el pecho y el se río a escondidas. Yo le seguí la corriente. Luciana escribía la tarea extra en el gran pizarrón color blanco nieve. Tocó el timbre y luego la maestra se apresuró a decir: “recuerden tienen hasta el viernes”. Y señalo al pizarrón escrito con letra apresurada e entendible. Era la hora del almuerzo, me quede sentada y recogí mi cuaderno y mi lapicera. Y rápidamente salí. Por suerte ya había salido me apuré aun mas para llegar a la cafetería. En el camino me choqué con muchos estudiantes. Pero seguí adelante, hasta que me choco con algo duro como una roca, era el hermano de Steban. Me contemplo con ojos amenazadores y yo me apresuré a salir corriendo a la cafetería.

Lo único bueno de encontrara al hermano de Steban fue que eso significaba que Steban estaba en la escuela. Aunque no lo había visto.

Al entrar al pasillo para ir a la cafetería me encuentro con el. Con una camiseta desprendida y debajo de esa había una remera banca. Y con sus pantalones color Jean. Me toma del brazo y me atrae hacia el como si quisiera decirme algo realmente importante. Nos vimos cara a cara durante un rato y luego alguien me choca el codo como el suyo, era uno de lor hermanos de Steban. Steban al verlo lo miro y dijo:

-Vasta Mark.

Mark siguió, me dirigió una ultima mirada de odio y desapareció entre las personas de la cafetería.

-Steban…-

No pude terminar la frase porque me había puesto sus dedos sobre mis labios haciendo que no emitiera sonido alguno. Contemplé el capillo vacio, sin nadie, solo nosotros dos.

-Sh!- dijo- ven debemos hablar afuera.

Me quitó suavemente los dedos de mis lavuis y me guío hacia el patio donde estaba vacío solo estábamos el y yo a pleno día nublado. Tomo mi mano y caminamos hasta el estacionamiento de la escuela, abrió el cerrojo de su auto y luego me hizo pasar al lado del conductor. El se subió al lado del conductor, coloco las llaves y encendió el motor. ¿A dónde me llevaría?

Salió del estacionamiento y luego condujo por el mismo camino que el sábado. Estuvimos en silencio en todo el viaje hasta llegar a la misma casa donde estuvimos el otro día.

La contemplé un momento mientras pensaba en ¿Cuándo terminaría este juego? ¿Cuándo Steban termine con su cuestionario? ¿Qué pasará luego? ¿Nos odiaremos?

No quería ni pensar en las respuestas, solo me dejé llevar por estos hermosos momentos, solo él y yo.

Me ayudo a salir y luego atrapó mi mano, se la froto en su mejilla tibia como un día caluroso. Como una mañana de verano. Sin soltarme la mano me condujo al lugar donde habíamos estado antes.

Me llevo caminando de la mano hasta la misma casa blanca sucio con enormes y hermosas ventanas que hacían conjunto pero eran color blanco perla. Steban abrió la puerta y me hizo reverencia para pasar cuando pasé y el estaba a punto de pasar se detuvo y estaba alerta y asustado, la primera vez que lo veo con ese rostro, parecía como si temiera a alguien o a mi.

Cerró la puerta de un portazo, me tomo del brazo y me condujo rápidamente hacia una gran y hermosa habitación color amarillo pálido. Tenia una enorme cama con sabanas color blanco pálido y una gran escritorio con una laptop sobre el.

Me sentó sobre su cama y el se sentó a mi lado cogiendo mi mano para tenerla entre sus calidas manos, estaba muy caliente pero aguanté.

-Stella, necesitamos hablar…-dijo una pausa bastante larga y en ella se reflejaba tristeza, dolor y sufrimiento- No podemos estar juntos.

-Pero no estamos juntos… solo somos buenos amigos.-dije tratando de no subir la voz.

Algo me decía que el no quería decir eso, podré sus hermanos lo habían convencido. Quería llorar, gritar patalear y muchas cosas mas en esos momentos pero me lo guarde llenando ese espacio con calma.

-Stella... ¿Es que no lo entiendes?

-¿De que hablas?-pregunté confundida.

No me miro, solo miro hacia a ventana para pensar o eso supongo estará haciendo.

-No podemos estar juntos-dijo-es imposible-Que tú estés aquí… ese es el problema ya. Somos enemigos, no amigo. Somos como el agua y el aceite nunca se mezclan.

Estuvimos en silencio quería pegarle para que entendiera que el era mi Romeo para siempre desde que lo vi por primera vez.

-Pero por que no se mezclen no significa que no se puedan juntar...-dije pensativa.

Seguía sin mirarme y ahora encima se había puesto del otro extremo de la cama, lo más lejos de mi posible. Y enzima me daba la espalda.

-Stella-dijo-por favor es muy difícil negarme...

-¿Tus hermanos te dijeron que lo hagas?-pregunte interrumpiéndole.

Tardo una largo rato, tanto que creí que no respondería pero finalmente descubrió algo para hacerme callar y hacerme entrar en razón.

-Y tienen razón-dijo-es la verdad.

Volvió a mirarme.

En sus ojos se reflejaban tristeza, agonía y hasta una frase que decía “no me creas”.

-Luna tenía razón-mentí.

Era lo único que en esos momentos podía pensar, en la mentira.

-¿En que?-dijo acercándose a mi lado denuedo.

Era un método para que ignore sus palabras. Me lo había enseñado mi madre adoptiva hace mucho y si resultaba se lo iba a agradecer de por vida.

-Que eras un miedoso-mentí.

Crece los brazos en señar “gane la conversación”.

-¡¿Te dijo eso?!-dijo en llamas.

-Y que jugármela por vos iba a ser el peor error de mi vida-mentí de vuelta. En realidad en esta no mentía mucho ya que Matt me dijo que los licántropos eran traicioneros.

-Eso no es cierto. Sabes algo... ¿que se mate esa chica?-dije-yo no tengo miedo y estoy dispuesto a jugarme...

Sonreí victoriosa enarcando una ceja.

Si-dije-claro como si tuviéramos algo pendiente.

-Pero... lo tenemos-dijo-me debes una expiación....

No recordaba nada sobre una explicación. Hasta que Steban poso su mano enzima de la mía que seguía apoyada en mi regazo.

-Ah...-recordé-cierto... ¿cuando nos juntamos?

-Mañana mismo...-dijo convencido de si mismo.

-¿En el lugar de siempre?-pregunté.

Se sonrojo antes de poder responder.

-Es una cita...-dijo y me lanzo una sonrisa.

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Para mis amigas:


martes, 23 de marzo de 2010

Despertar-Capitulo 22: La Otra Gran Sorpresa

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La Otra Gran Sorpresa
Renesmee Cullen

Mi padre y Jacob peleaban como siempre, solo que esta vez no era como la otra vez que pensaban destruirse. Solo estaban "hablando".
Jacob me había dicho que iríamos a La Push. Pero algo me decía que lo haba olvidado debido a que la pelea con mi papá era mas importante en estos momentos. Ya habia pasado una hora desde que estaban en el bosque peleándose.
Mi madre estaba hablando con Alice mientras que mi tía Rosaline estaba hablando con Emmett y Jasper sobre quien sabe.
Yo era la única que estaba sentada en el sofá de mis abuelos, contemplando aburrida lo que sucedía.
Fui a hacer algo útil, a separar a Jacob y a mi padre antes de que terminaran en una lucha. Me paré del sofá y caminé asía donde ellos estaban. Salí de la casa de mis abuelos y me dirigí a una parte del bosque donde ellos siempre que peleaban, se escapaban allí para que nadie ollera.
Era un día hermoso o mejor dicho, noche hermosa. Las estrellas nos brindaban lo mejor que tenían y la luna llena tan hermosa como si todo su brillo fuera expuesto en esta noche, ni una nube rondaba por el obscuro cielo.
Me detuve un momento para contemplar el hermoso cielo iluminado por las estrellas y la luna. Era tan hermoso, era como para una postal... No era mas hermosa aun. Era como si la noche nos brindara toda su belleza.

Jacob Black

Antes de responder a lo que el chupasangre dijo escuché que alguien se aproximaba... ¿Nessie?
Parecía que venía con toda la velocidad que tenía.
Me relajé al ver que estaba feliz, sonriendo ampliamente.
-Hasta que los encuentro.
Al darme cuenta Nessie estaba a un paso de el suegrito y de mi. Le sonreí mientras que ella nos sonreía ampliamente.
-Solo quería decirl...
Su rostro cambio repentinamente, borró su gran sonrisa del rostro y posó delicadamente su mano en el vientre mientras que se agachaba. Posó su mano en mi hombro y luego lo cerró como puño mientras gritaba de dolor.
-¡Nessie!-gritó Edward.
-E..ssta... ¡VINIENDO!-tartamudeo.
Grataba de dolor mientras que Edward sin dudarlo la tomo en brazos y se la llevó para la casa de los Cullen. Pero eso no me importaba...
Mis hijos... Están naciendo...

Renesmee Cullen

-¡AHORA!-grité con todas mis fuerzas- ¡YA!
-Ness... Ness cálmate, cálmate...
-¡NO PUEDO CALMARME!
Ya vienen, ya vienen. Se estaban ahogando, no no puedo permitirlo. Tienen que salir ¡YA!
Jacob tenía mi mano mientras que mi padre me replicaba que me calmara mientras que me ponía algo en mi rostro.
No sé porque pero, todo se veía muy muy borroso ¿estaba ciega? no lo sé y quería averiguarlo pero mis labios no se movían,tampoco mis brazos y piernas.
Había una voz que decía " 1, 2, 3, 4" y lo repetía siento de veces, mientras que sentía... sentía, no sabia lo que sentía. Una mezcla de puro dolor y felicidad.
Deseaba poder hablar para decirles "¿Que pasa?".
Se escuchaban llantos... llantos de dos niños que... nunca había oído pero su llantos, esa voz, era tan dulce, era hermosa.
¿Ellos... serán mis... mis niños?
-Uno, dos, tres, cuatro.-decía una voz.
-¡No despierta!
Sentía que alguien me tomaba la mano con firmeza mientras que los llantos aumentaban. Mi cabeza daba vueltas, intenté hablarles... al menos una vez mas...
-Jake...
-¿¡¡Ness!!?-me murmuró.
-Estoy bien.
Mi madre se encontraba en aquél lugar con un niño realmente hermoso entre sus brazos y no era a única... Jake, tenía a otro de ellos, este era moreno como el mismo Jake, mientras que mi madre tenía otro era pálido.
Jake me sonrió mientras que me depositaba el niño que llevaba entre brazos.
Era tan hermosa, con sus ojos... ¿verdes? ¿Papá no habia dicho que el tenía los ojos verdes cuando era humano?
La coloqué en mi brazo derecho para contemplarla mejor. Era tan hermosa, supongo que cuando cresca será una niña hermosa.
Mi madre se aproximo a mi y con sumo cuidado depositó a mi niño sobre mi otro brazo. MI padre les pidió a todos que me dejaran sola con Jacob.
El se sentó a mi lado mientras que me besaba la frente.
-Son... hermosos-me dijo con una gran sonrisa.
-Si.



viernes, 19 de marzo de 2010

Despertar-Capitulo 21: Sorpresa.

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Sorpresa

-Es muy raro-dijo Carlisle sorprendido.
-¿Pasa algo doctor?
Dos figuran en forma fetar en color blanco y negro aparecían en la gran pantalla. Mis niños pateaban a Nessie tímidamente, solo uno de ellos estaba quieto, mientras dormía en un profundo sueño.
Según Nessie ellos eran ellas, por sus sueños. Me contó uno en que soñó que nadaba en aguas cristalinas eternamente. El significado de ese sueño es "algo nuevo". Nuestros hijos eran algo nuevo.
-Al parecer no se puede distinguir de que sexos es cada, uno pero hay un 80% de que ambos sean niñas.
Me llevé una sorpresa, pero Nessie no estaba sorprendida, de hecho estaba tan feliz que hasta creo que se hubiera puesto a gritar de alegría.
Nessie me miró con una sonrisa encantadora mientras frotaba su palma en su vientre y la movía con sumo cuidado en círculos. Carlisler observo con atención a los dos pequeños, uno pateaba y el otro dormía profundamente a su lado...


lunes, 15 de marzo de 2010

Diario de un Vampiro- Capitulo 7

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Capitulo 7 “Descubrimientos”.

Domingo 23 de Junio.

Querido Diario:

Hoy no he visto a Steban en todo el día. Ya me estoy empezando a asustar, porque desde que sus hermanos se lo llevaron lejos de mi no lo he visto. Me preocupo mucho por el, ni siquiera atiende a su celular, y a su casa aparece el contestador. Obviamente le dejé mensajes, creo que tres el día de hoy.

Según Luna todavía soy muy joven y no solo de transformación, sino también de edad. Luna tenía diez y ocho y yo apenas diez y seis . Me sorprendió verla conmigo en el aula. ¿Abría mentido? Luego me preocuparía en responder eso.

Pero lo que quería saber era ¿Cómo llegué a ser esto? ¿Cómo me paso? Tal vez, según Luna el poder me encontró. Pero es Ovio que no, es más ¿Por qué sería especial?

Bueno, ya te hable de mis sentimientos ahora te diré lo que hice hoy.

Busque a Steban, al ver como no estaba. Como te dije al principio le dejé tres. Al ver que no estaba le pregunté a Sophie de su vida. Le pregunté ¿Como se había convertido?

Ella me respondió que en el siglo XX un vampiro llamado Romero Gunther la trasformo a los diez y siete. Romero la ayudo a controlarse para no ser descubierta y quemada – según en los cuentos a los “monstruos” se les quemaba- y así siguió hasta que encontró más bien dicho la encontraron, Ben, Kevin, Meredith y Matt.

Me dijo que Ben y Kevin fingían tener diez y nueve, Luna, Meredith, Matt y ella fingían tener diez y siete. Pero no era así, sino así:

Ben: Veinte años.

Kevin: Diez y nueve años.

Matt: Diez y siete.

Luna: Diez y ocho años.

Meredith: Diez y nueve años.

Y luego venia yo, la mas pequeña y la ultima atraída al grupo, o en palabras de Luna “la ultima hermana”. Me sentía vulnerable al ser la menor, nunca había sido la mayor en nada.

Luego le pregunté a Ben quienes eran sus padres, y el me explico que sus padres eran vampiros. Y tuvieron a Ben, alrededor que Ben tenia veinte años mataron a sus padres en el siglo XVI. Por pescarlos cazando a plena noche, en Inglaterra. El logro escapar gracias a sus padres, que lo ocultaron y le rogaron que no se dejara ver. Haci que vino a Louisiana.

Eso fue todo. Dejaré de escribir, son las tres de la madrugada y tengo escuela mañana. Y además debo salir a cazar. Mi garganta me está matando.

Así que cerré mi diario y lo puse en un lugar bastante oculto. Debajo del colchón y mi diario estaba disfrazado de una almohada. Nadie lo encontraría, aunque leyeran mi mente. Pero no podía acostarme aun, tenia que beber algo, la garganta se me incendiaba y tenía que salir ahora para no matar a Marta y a Robert. Puse la almohada bajo las sabanas y salté por la ventana. Aunque era pequeña pude saltar de ella.


Diario de un Vampiro- Capitulo 6

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Capitulo 6 “Sentimientos”

-No entiendo cómo te puede gustar ese-dijo Luna.

-¿Cuál es el problema?-estaba realmente furiosa.

Al terminar las clases Luna y sus hermanos me "raptaron" por decirlo así para que entendiera que Steban no es un conejito, que no son dulces lobitos sino que son bestias. Al igual que nosotros.

Ahora nos encontrábamos en sucasa, era realmente grande, seguramente eran ricos por estar siglos vivos.

Su lasa de estar era realmente gigante, de color amarillo pálido empapelado. Sus muebles era de lo mas nuevos, de los que salen una fortuna, tenían tres sillones dos blanco bien largos y uno individual que estaba al lado de la gran chimenea.

Sus ventanas eran tan grandes a pesar que los rayos del sol lastimaban mucho los ojos de los vampiros. Luego pasando por el gran pasillo donde colgaba una gran araña se encontraba una puerta que conducía a la gran cocina. Era tan hermosa como las demás habitaciones solo que como nunca se usaba creo que hasta tenía polvo.

Nosotras estábamos solas, Luna y yo. Estábamos en "mi próxima habitación" ya que ellos me explicaron que pronto tendría que dejar a mis "tíos" por su propia seguridad.

-Somos enemigos naturales-contestó-como el agua y el aceite, no nos mezclamos.

-¿Y? si me gusta o no, no es tu problema.

Parecía enojada, como si estuviera decepcionada de mi. Me fulmino con la mirada como una madre a una niña regañándola por haber hecho una travesura grave.

Mis tíos me habían mirado así muy a menudo pero yo simplemente los ignoraba.

-Si lo es, porque soy tu hermana-dijo seria.

Cruce los brazos a la altura del pecho y le di la espalda. Luego de pensarlo unos segundos me dí vuelta y rendida bajé los brazos para hacer las paces. Era imposible enojarse con ella.

Mis dudas aumentaban así que me apresuré en preguntar todo lo que deseaba saber.

-Quiero que me cuentes cada detalle de la vida de un vampiro-dije con una sonrisa tímida.

Luna se sentó en la cama y yo me senté a su lado como una niña a punto de escuchar un relato de su madre. Se había preguntado por donde empezar varias veces y yo le había contestado que no importaba por donde empezara pero quería saber todo.

-Bien-dijo-no comemos, bebemos ni dormimos, no lo necesitamos. Tenemos fuerza sobre-humana y somos veloces, pero no tanto como ser fuertes. Bebemos sangre animal o humana. No hay diferencia. Solo que la humana es más dulce. No nos pasa nada a luz del sol. Es como cualquier otra luz. Pero la luz solar nos daña los ojos y debemos protegernos en días soleados. Nuestra piel es muy traslucida y tenemos belleza sobrehumana, pero no todos. Solo los que tienen dones o ya eran bellos en su anterior vida.

Observé que había quitado el tema de los licantropos, como si ellos fueran una plaga que hay que ignorar aunque yo no lo creía así. Quería saber lo que Steban no me había dicho en nuestro "juego" de preguntas.

-Y… ¿Por qué somos enemigos de los licantropos?

Al principio me dio vergüenza preguntar eso pero luego se me fue como por arte de magia. Luna se puso dura como roca y se pasó la mano por los cabellos para juguetear con ellos mientras se calmaba.

-Sus antepasados y los nuestros siempre se llevaron mal, solo porque a los vampiros no les da satisfacción su sangre. Pero los licantropos tienen sus razones para odiarnos, aunque ningún vampiro la ha sabido aún.

-Creí que nos gustaba toda clase de sangre.

-Sí, pero ellos tienen sangre caliente-dijo arrugando la nariz- y además no sabe para nada bien.

Eso me había aliviado. Sabía que no podía perder el control con Steban, aunque él si podía perder el control conmigo y eso no me asustaba. Me gustaba demasiado. Pero por otro lado si el me atacaba ¿yo que aria?¿Me quedaría con los brazos cruzados? ¿El lograría controlarse? ¿Lograría no hacerle algún daño?

-Quiero saber algo más…-dije-¿Y nuestros padres?

-Mira-dijo respirando hondo-todos nos dimos en adopción excepto Ben para que nos buscase. En fin, él busco a Kevin, ellos a Meredith, ellos tres buscaron a Matt, luego a Sophie y a mi. Y yo a ti.

-¿Por qué se complicaron así?

-Porque cuentan que si se hace ese procedimiento uno de tus hijos tendrá una habilidad especial. Miles lo intentaron pero no funcionó, y con ninguno de nosotros tampoco, solo quedas tú. Y lo intentaras cuando estés completa, aunque lo dudo ya que si ningún vampiro pudo.

-Y ¿Cuándo lo estaré?

Estos temas siempre me habían interesado, desde niña veía cosas de vampiros y deseaba ser uno pero me arrepiento de todo corazón de quererlo.

-No lo entiendes, no todos nacen o se trasforman con ese don.

-Bueno…-dijo-mejor te dejo sola, descansa, mañana tenemos un largo día.

En cuanto se fue de mi casa lo primero que hice fue correr a mi cuarto y sacar mi preciado e intimo diario. Aunque ahora tenía miedo de tenerlo por si alguien lo lee, tal vez me metería en problemas serios. Y no solo a mi, sino también a mis hermanos.

Sábado 24 de Junio

Querido Diario:

Tengo miles de cosas que contarte.

Las cosas se están poniendo cada vez más monstruosas. Cada vez es más difícil no pensar en él. Me pierdo en su ojos cada me vez que lo miro. También en sus perfectos músculos y en su cálida mirada.

Cada vez me cuesta más asumir lo que soy que hasta tengo miedo de decírtelo. Sé que siempre me conociste como Stella la chica más normal de todas. Ni la más buena ni la más mala, ni la mejor ni la peor, ni la obediente ni la rebelde, solo Stella. Pero ahora todo es diferente y el hecho de ser adoptada hace más difícil todavía asumirlo y la vida tiene menos sentido ahora. Creí que no tenía nada que hacer en este mundo, nada más ser yo. Pero ser lo que soy, tiene un alto precio y ni yo misma me lo hubiera imaginado. Nunca pensé que podría llegar a tener toda esta responsabilidad. Y el lunes tengo el examen de biología. Lo único bueno es que tengo esa misma clase con Stefan y, si estudié bien, podré perderme en sus ojos más tiempo del que pienso. Luna me prometió contarme más de lo que soy mañana en la. Sé que escribir sobre esto es muy peligroso, porque si alguien lo lee no sé lo que podría llegar a pasar y la verdad es… que realmente tengo mucho miedo.

Tengo hermanos. Es increíble porque me acabo de enterar hace unos pocos minutos. La verdad, es que siempre quise tenerlos aunque mis padres siempre me decían que no con la escusa de que ya era tarde. Pero la realidad es que no podían tener hijos y por eso me adoptaron

Hace unos días salí con Stefan. Le pregunté cosas sobre su especie y él me las iba a preguntar hasta que vinieron nuestros hermanos. Si, hermanos, tengo hermanos. Pero, gracias a ellos, podré tener no otra cita con él y ahora que sé mucho más sobre nuestra especie será más fácil responder sus preguntas.

Eso es todo

Stella

Cerré mi diario y lo puse de bajo del colchón. Bajé a cenar porque mis tíos me dijeron “a cenar”. Fui por qué no me haría nada, al bajar hacia un gran pollo y puré de papas en mi plato. Casi vomito al probar la comida, estaba horrenda a pesar que tenia buena pinta.

Luego me lave los dientes, me puse el pijama y me fui a dormir.