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viernes, 5 de marzo de 2010

Despertar-Capitulo 20: Momento Especial

Momento Especial

Habían pasado dos semanas desde que no hablaba con Nessie, tan solo tres semanas mas y Nessie se iba a mudar a mi casa. Estaba muy feliz. Aunque no podía decir lo mismo del suegrito, el escupía fuego cuando Nessie le contó la idea de mudarse conmigo. Luego nos iríamos a una luna de miel en la Isla de Esme, también estaba feliz aunque yo hubiera preferido a ir a otro lado.
Estaba listo para ir a la reunión de la manada, al abrir la puerta me encontré con una gran sorpresa que casi me sobresalto.
-Nessie-susurré.
Estaba asustada, totalmente asustada e insegura, hasta mojada por la lluvia. Goteaba como si se hubiera metido de un chapusón al mar. No sabia distinguir si eran lagrimas o lluvia en su rostro.
Estaba temblando, como si tuviera miedo por mi... ¿por mi?
-Jake...-apenas pudo pronunciar.
-Ness, tengo que irme ahora... Me están esperando.
¿Porque no esperan aquí?-me hice a un lado para que para pero no se movió. Se quedó mirándome con miedo y preocupación.
Posé mi mano sobre su espalda y delicadamente la empujé hacia dentro de la casa, solo allí se movió. Sus ojos brillantes como gemas me contemplaban aterrados.
-P..ero tengo que decírtelo ahora-dijo entre susurres mientras miraba al suelo con timidez. Ví como sus mejillas se ponían coloradas como el ardiente fuego.
Sentía como su corazón latía con mas rapidez que lo normal, de repente el temblor de su cuerpo calmó.
-Ness... tengo que irme ahora, ¿ puedes decírmelo luego?-le susurré al oído.
-¡NO!-casi me gritó.
¿Que era ese cambio de humor tan repentino?
Veía como caían lagrimas por sus mejillas al verla finalmente al rostro.
Posó su cabeza en mi pecho y sus dos brazos a la misma altura. De repente empezó a susurrar cosas que ni yo escuchaba. Empezó a sollozar mientras el tiempo corría para que Sam me cortara el cuello cuando viera que voy tarde.
-Ness.... esta bien, esta bien... quédate aquí, yo ahora vuelvo.
Le besé la mejilla húmeda por sus lagrimas para consolarla, lenta y dulcemente me quité sus brazos de mi pecho mientras le revolvía los cabellos como le hacia cuando era apenas una niña.
Abrí la puerta y puse un pie en el escalón de la puerta hasta...
-¡ESTOY EMBARAZADA!-gritó tan alto que hasta creí que la manada la había oído.
Me quedé paralizado mientras vi que mi vida pasaba por mi mente, como si fuera a morir. Pero al mismo tiempo la felicidad se adoñó de mi por completo. Sentía canas de gritar de felicidad mientras que un pequeño toque de preocupación se adoñaba de mi pero lo ignoraba ya que mi felicidad era aun mas grande. No podía describir como me sentía, mezclas des sentimientos felices y tristes.
Mi mundo de derrumbó para construir otro... Otro corazón latía en Nessie.
Ya no me importaba si Sam me cortaba el cuello porque ya nada mas me importaba ¡Sería padre!
Me dí vuelta lleno de energía y la abracé mientras la levantaba y le besaba el cuello. Ella paró sus sollozos y me rodeo el cuello con sus brazos finos.
-Tenía miedo que me odiaras...-dijo al oído.
¿Odiarla? ¡soy el chico mas feliz de la Tierra!
-¿Odiarte?-pregunté irónico- soy el chico mas feliz de la Tierra.
-El chico mas feliz de la tierra¿ seguirá feliz cuando le diga que no le eh dicho nada a mis padres?
Auch... eso no iba a ser fácil, el suegrito iba a arruinarlo todo. Iba a hacer difícil que saliera vivo. La bajé y luego casi me rió de mis pensamientos
-Fue un placer conocerte-burlé.
Me dio un empujoncito y se río, luego me rodeo con sus brazos. Le besé sus cabellos mientras con mis brazos la rodeaban con cariño.
-No te ara nada, es muy maduro...

Renesmee Cullen

Una hora después...


-¡PAPÁ!-grité rudamente.
Que inmaduros eran, a los cinco minutos que pronuncie la palabra "embarazo" mi padre se abalanzó sobre Jacob y luego empezaron a luchar rudamente. Gracias a que mi madre si es maduro y me ayudo a separar a mi padre de Jacob.
Yo tenía atrapado a Jacob entre mis brazos impidiéndole paso para que fuera hacia mi padre y mi madre tenía a mi padre del mismo modo.
Jacob era mas fuerte que yo, pero yo ponía mi mejor esfuerzo para que no se me escapara. Jacob me hizo un empujoncito suave para intentar apartarme pero no lo logró pero por poco.
-¡Mamá calmalo!-le guité angustiada.
Mi madre sabia lo que tenía que hacer y yo también. Se acercó a mi padre y cariñosamente le acaricio sus risos.
Finalmente mi padre dejo de resistirse y se dejo llevar por el beso que mi madre le regaló.
Jacob se sentía algo incomodo, lentamente abrí los brazos que lo apresaban sabiendo el riesgo. Pero confiaba en el.
Tomé su mano y lo besé tal como mi madre hizo con mi padre, el dudo un poco en responder pero finalmente se dejó llevar.
Posé mi mano sobre su mejilla cálida mientras le trasmitía un pequeño mensaje que nadie sabría mas que el y yo.
Mi mensaje era...



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