Bienvenidos

Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

domingo, 14 de marzo de 2010

Diario de un Vampiro- Capitulo 4

Hielo y Fuego

Era viernes en la noche, el día del baile. Estaba nerviosa por atacar a alguien, según Luna debía ir de caza antes de ir a algún público.

Todos se habían dado cuenta de mi "cambio de look" y Luna les dijo que era una enfermedad de

la piel, y que yo tenía lentes de contacto.

Y... Steban a pesar de que era su cita para hoy a la noche me miraba frío, y con preocupación. En sus ojos podía ver angustia y sufrimiento... y por mas raro que parezca, también miedo.

Mis sueños se van volviendo cada vez mas raros, esta vez ¡mi sueño era tan borroso!

Estaba un.. ¿un vampiro? con un hermoso vestido frente una bestia con ansia de sangre, color marrón. Me miraba con sus ojos color verde azulados, sus ojos como cristales que ansiaban matar.

Pero, en sus ojos se veía no solo muerte, sino tristeza.

Miré la hora y me apuré... Solo tenía una hora para prepararme para mi cita.

Me coloque suavemente el vestido y luego fui rápidamente a hacerme unos pequeños bucles. A continuación fui a mi armario a buscar zapatos y me encontré otra caja de “Glamure Shop”. Que contenía unos hermosos zapatos color rosado claro que hacían conjunto al vestido. Estaba lista para ir a ese aburrido baile.

Me fui al cuarto de mi tía que allí había un hermoso y gran espejo donde podía verme completa. Cuando me vi no lo pude creer, estaba hermosa. Alguien toco la puerta y supuse que era Steban. Cuando baje los escalones un mal presentimiento se me paso por la frente y cuando le abrí allí estaba, con un traje de gala que le quedaba perfecto.

-Que linda estas-contemplo.

-Gracias, tu tampoco estas mal. Solo mírate.

El me sonrío y yo también. Cerré la puerta a mis espaldas y luego un escalofrío se me paso por la espalda.

Steban me ayudo a subirme a su auto y luego puso en marcha el auto. Mi corazón latía de prisa y no se la razón pero estaba nerviosa.

-Stella, ¿no te molesta si nos detenemos unos minutos en el bosque?

-No, vamos.

Se desvío del camino del baile y luego nos dirigimos a un bosque obscuro. El salio del auto y yo lo seguí. Sentí la presencia que algo terrible iba a pasar. Algo muy malo. Steban estaba mostrándome su espalda, me puse nerviosa y le dije:

-¿Para que paramos aquí?-pregunte nerviosa.

-Se lo que eres.

-¿De que hablas?- no sabias que decir.

Cerró las manos como un puño.

-¡Sabes de que hablo!

Se me callo una lágrima y sin piedad siguió desposándose por toda mi mejilla.

-¡Que quieres de mi!- grite aterrorizada.

El se volteo y puso cara de sufrimiento y luego dijo:

-Mira Stella, se que tu no sabes nada de esto pero es mi trabajo.

Se agachó lentamente mientras sus ropas salían disparadas por todo su cuerpo hasta llegar al césped. Cabellos como los de un lobo empezaron a crecerle por todo el rostro al igual que en su cuerpo. En vez de el chico hermoso que conocí, apareció una bestia con ansia de muerte. Empecé a

temblar por el panico que tenía. ¿Iba a matarme?

Esto era como mi sueño, la bestia era ni mas ni menos que en guapo chico de secundaria con esos

ojos llenos de misterio sobre su pasado. Ese muchacho era un misterio para mi, como una

fortaleza impenetrable. Pero, esa cosa no era Steban.

Era una bestia con forma humana... al igual que yo.

Pegue un chillido involuntariamente y luego empecé a correr.

No sabes que soy capaz de hacer-Dijo una voz en mi cabeza.

No me preocupe a la dirección donde iba, sino de alejarme de el. No quise mirar atrás solo empecé a correr. En un momento mi bolso empieza a vibrar y saco mi celular lo más rápido que puedo. Era el celular de Luna.

-Stella, ¿donde estas…?

-Luna o por Dios, ¡que bueno escucharte! Estoy en apuros.

-Estoy en el…-en un momento me resbalo con una rama y se me parte el celular en dos. Me saque rápidamente los tacos y luego tire la cartera antes de levantarme. Me levante y luego seguí corriendo, me dí vuelta un segundo y me di cuenta que Steban no me perseguía. Estaba a tras mío y pego un aullido doloroso.

-¿Steb…a..n..?-tartamudee- ¿estas… b…bien?

Tenía miedo, yo amaba a alguien que deseaba matarme o tal vez no lo deseaba, pero lo aria.

Stella, no quiero herirte. Solo vete-dijo una voz en mi cabeza

-¿Tu me estas hablando?

Solo vete. Créeme que no deseo hacerte daño. ¡Vete!

-No- concluí

No seas boba, ¡vete ya!

-¡No!

Steban me rugió pero no me asuste, porque el no deseaba hacerme daño.

-No te temo- le confirme

Eso no lo demostraste hace cinco minutos

Yo me reí y el hizo sonidos como de risa. En ese momento me di cuenta que enemigos o no nos llevábamos excelente.

-¿Porque deseabas hacerme daño?

Yo no lo deseaba, créeme que no…

-¿Porque no?- le sonreí

Hubo una larga pausa. Mi deseo se había hecho realidad. El me amaba, este era mi mejor día. Bueno... no fue como un cuento de hadas pero… el final del día el príncipe se a enamora de la princesa.

Debes alejarte de mi- Steban contemplo mi brazo- ese gran tajo te lo he echo yo. Quería matarte.

Me senté a su lado y luego el puso una sonrisa bastante conmovedora. Eso me hizo sentir feliz, y luego mi memoria volvió. ¡Te espera el baile!

-¿Vamos al baile?-le sonreí- aun la noche no se acaba.

¿Aun quieres ir conmigo cuando quise matarte?

Asentí con la cabeza y luego recordé que mis tacos los había revoleado por un lugar cercano aquí. Me pare y empecé a buscar mis tacos y encontré los dos, uno estaba al lado de un árbol y otro se encontraba al otro extremo de un árbol.

Me los coloque y luego me pregunte como aria para llevar a un lobo al baile. Y cuando mis dudas empezaban a sumar Steban había desaparecido.

-¿Steban?-grité asustada- ¡Steban!

Me senté en el suelo ya que me había dejado. Luego una mano se extiende para ayudarme a levantarme y allí estaba, Steban humano. Con su traje de gala.

-¿Vamos?-pregunto.

-Si- le sonreí aceptándole la mano para levantarme.

Fuimos lentamente de la mano hacia el coche. Tenía miedo, pero no de Steban. Tenía miedo que no pudiera volver a verlo. Sentía la presencia que algo se lo llevaría.

Steban me ayudo a subir al coche abriéndome la puerta y haciéndome reverencia al entrar, eso me hizo reír. Cerró la puerta y luego el entro del lado del conductor. Puso en marcha el motor, en ese momento me sentía claustrofóbica aunque no sentía la razón ya que nunca lo había sido.

-¿Tienes muchas dudas?-Preguntó al ir a la carretera.

-Si y ¿tu?

-Si, ¿que tal si hacemos pregunta y pregunta?

Me quede esperando que dijera algo pero nada.

-Las damas primero- me ofreció.

Me sonrojé.

-¿Qué habilidades tienes?

-Puedo trasformarme, correr bastante rápido, oír desde kilómetros y el otro ya lo sabes. Comunicarme con la mente, cuando soy lobo.

-Te toca- dije como boba.

-¿Desde hace cuanto sabes esto?

-Desde ayer- dije poniendo una sonrisa.

Steban se asombró y agarro el volante con más fuerza. No era por el miedo, sino por preocupación. Me hizo una señal con la cabeza, supuse que eso significaba “te toca”.

Pero no era por eso, sino porque habíamos llegado a la fiesta. Steban salio y me abrió la puerta. Me ofreció su mano para bajar y la acepte con felicidad.

Al bajar me di cuenta de que el baile estaba terminando y que todos se estaban besando con su pareja en el estacionamiento.

-Llegamos algo tarde-dije desilusionada.

-Perdona, todo fue mi culpa.

Steban me llevó a una banca donde no había luz, solo se veían las hermosas estrellas y la luna que en ese lugar parecía tan grande y brillaza.

Al llegar nos sentamos en la banca donde tenia esa hermosa vista. Yo no podía apartar la luz del cielo pero, yo ya tenia una luz a mi lado.

-¿Quieres seguir?

-Si. ¿Por qué estas siempre tan alterado?

Steban calló, no dijo ni una palabra, vi la expresión en su rostro. Quería decirle algo pero cerré la boca al ver que se estaba concentrando, le toque el hombro y se lo sacudí.

-¿Steban?-le susurre mientras agitaba su hombro.

Paré cuando volteo la cabeza hacia mi, su mirada era demasiado alterada. Steban tomo mi mano de su hombro y la tubo entre sus manos contemplándola.

-¿Que tal se terminamos el cuestionario mañana?-preguntó jugueteando con mis dedos-Pareces cansada.

Asistí, se levanto y sin soltarme la mano me ayudo a levantarme suavemente. Al pararme Steban me soltó la mano y me guío hacia el coche, me abrió la puerta y me ayudo a subir. Cerró la puerta y luego entró otra vez del lado del conductor, apretó fuertemente el volante como hace dos horas. Puso en marcha el auto, estuvimos en silencio en todo el viaje. Al llegar a mi casa Steban me preguntó:

-Stella, nos encontramos mañana a las doce del mediodía.

Asistí y luego bajé, lo salude al cerrar la puerta y luego camine comúnmente hacia casa. Toqué el timbre y mi “tía” me abrió y me recibió con un abrazo y una sonrisa.

Al abrazarme, pego un salto y me soltó.

-¡Hay por Dios! Stella, estas helada…

-Debe de ser por el frío-mentí.

Marta me miro con desconfianza y luego me dejo pasar. No quise comer nada, no quería hacer la prueba para ver si es necesario cazar. Me dirigí a mi cuarto para confesarme en mi único amigo en el que puedo confiar. Mi diario.

Abrí la puerta de mi cuarto y me fui directamente al escondite de mi diario, lo había cambiado. Estaba debajo del colchón de mi cama. Lo saque y me acosté en mi cama panza para abajo y subí las piernas hasta hacer una X con ellas para estar cómoda.

Viernes 22, de Junio


Querido Diario:

Todo esto es muy raro y hermoso a la vez. Steban es licántropo pero no se porque razón se altera cada vez que le pregunto algo. Pero lo bueno es que mañana nos volveremos a ver para seguir preguntándonos cosas… bueno hasta mañana.

No hay comentarios: