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lunes, 12 de abril de 2010

Ocaso-Capitulo 1: Reveldía Adolecente

Revelida Adolescente
Jacob Black

Parte 1


34 años después...


Ya habían pasado 34 años desde que Elena y E.J habían llegado a nuestras vidas. Ellos tenían ya 16 años, para Ness y para mi ellos habían crecido rápidamente. Según Carlisler se quedarían a los 16 años eternamente.
Elena a los 15 años había entrado en fase por una discusión con su hermano... Según recuerdo porque E.J le robó el diario o algo así.
Tuvimos que hacer una remodelación completa de la casa ya que Elena la destruyó completamente debido a que perseguía a su hermano tratando de "molestarlo".
Y E.J también a los 15 años empezó a tener mucha mas fuerza de la que antes tenía y comenzó a beber mas sangre de animal.
Aún no puedo creer que los niños que tuve en brazos se hayan convertido en rebeldes y mal criados adolescentes.
-Mamá-dijo Ness.
-¡Hola a todos!-saludó una voz. Como si no pudiera reconocerla... Bella había llegado.
-Hola papá.
Caminé para saludar al suegrito y a Bella que esperaban en la cocina ansiosos por ver a sus nietos y a su hija.
Ahora que me preguntaba.. ¿donde esta el dúo adolescente? ¿ a donde habían ido esta vez?
Primero que nada, fui a saludar a Bella y al suegrito que esperaban en la cocina ansiosos por vernos.
Todos los domingos y algunos sábados venían a vernos para estar juntos en familia. Aunque la mayoría de las veces los adolescentes se escapaban y se iban a un boliche para "divertirse".
-Hola-saludé.
-Jacob-Bella sonrío.
La abracé, al soltarla le dirigí una sonrisa al suegrito.
Hola suegrito. Pensé.
Su rostro se volvió molesto y serio- como siempre-no era una sorpresa para mi verlo así. De echo me daba tanta risa.
Escuché abrirse la puerta trasera y escuché susurros agotados.
Furioso con Elena y E.J les dije que me disculpasen un segundo. Caminé hasta la puerta trasera y no había ni una pisada de ellos.
Luego escuché un ruido que casi ni escuché de una puerta cerrarse y si no me equivoco del cuarto de E.J.
¿A donde abran ido a esta vez?
Subí sigilosamente las escaleras para interrogarles donde habían estado.

Elena Cullen Black

-Calla bobo-le susurré molesta-¿Quieres que nos encuentre?
Levantó una ceja y luego me miró con esa maldita mirada que tiene. Juro que en esos momentos le hubiera dado un buen golpe pero no iba a dejar que eso pase para que me encontrasen en el armario de E.J.
Escuchamos el rechinido de la puerta. Mi hermano me empujó para atrás así ninguno de los dos nos delataría.
En un momento movió su pie y lo posó sobre mis pies con ojotas. Eso fue tan doloroso, encima con lo pesado que es...
Estaba a puto de gritarle de la furia que tenía pero cuando mis labios se despegaron unos de otros para poder gritarle lo torpe que es. Poso sus dedos rápidamente sobre mis labios rudamente.
Cuando finalmente me calmé me soltó y aproveché para darle una patada en la rodilla. Pero antes de poder hacerlo alguien caminó al armario.
-Salgan-ordenó.
Ninguno de los dos movió un musculo.
Mi padre abrió la puerta de un tirón furioso con nosotros. Aunque no era una sorpresa ahora iba a decir "quiero saber lo que pasó y ahora". Salí primera pensando que si esta vez podía safár de esta.
-Ahora no quiero excusas... Luego me lo explicarán.
-¿Vinieron Edward e Isabella?-preguntó.
-Sorpresa-bufó.
Hoy era mi día de suerte... Cuando mis abuelos venían mis padres siempre me quitaban el castigo.
Aunque eso no cambiará la venganza que le aré a mi hermano por lo que me hiso en la fiesta, derramarme jugo en mi camisa nueva. Hoy cuando el bobo este dormido iré a su habitación y le robaré lo mas preciado que tiene... Su guitarra eléctrica.
Fui a mi habitación a cambiarme la camisa por una que me había comprado mi querida tía abuela Alice.
Era color negra con brillos esparcidos por toda la camisa. Sus brillos eran como el color de la luna... Y me coloqué unos shorts que me habia comprado Rosaline y Alice a escondidas devido a mi padre.
Sin quitarme las ojotas bajé a saludar a mis abuelos Isabella y Edward. Siempre me gustaban sus visitas... son algo aburridos pero son geniales.
Fui a la cocina y vi a todos sentados. Mi hermano estaba al lado de una silla vacía por la derecha y por la izquierda mi padre esperaba impaciente.
Supongo que esta vez me sentaré al lado de mi hermano... ¿que hice para merecer tal brutal castigo?
Al sentarme E.J siguió con su explicación. Tomé el jugo de naranjas que estaba en frente de mi plato y escuché.
-Y es por eso.. papá no quiere que ande en motos.
-Esto es histórico-dijo Edward- Jacob Black no quiere que sus hijos anden en motos luego de que andaba en motos-bufó.
No pude contener la risa y el impacto ¿mi padre conducía motos?
-Calla suegrito.
-Que no me llames así.
Mi hermano quedó paralizado en la silla. Chasquee los dedos frente a su rostro para saber si seguía vivo.
Me levanté y cogí la jarra de jugo de naranja y por accidente derramé a E.J un poco de jugo de naranja sobre su pecho. No contuve la risa y me eche a reír.
Mi madre furiosa me quitó la jarra y le pasó a mi hermano una toalla para secarse un poco.
-Dijo.
-Jamas.
-Esta bien-dijo sonriendo.
De su bolsillo trasero sacó un pequeño libro colo violeta pálido... ¿Acaso era mi diario? ¿Acaso ese maldito tenía mi diario?
-No te atreverías...
-Querido diario hoy eh conocido a alguien pero no sé si es para mi....
Eso fue el colmo, la furia dominó mi cuerpo y empecé a temblar mientras que mi corazón latía mas rápido de lo normal.
Mi padre se acercó a mi y luego dijo:
-Elena.. Elena.. cálmate-me susurró.
-Ya la conoces papá no funcionará...
-Maldita sanguijuela-fue lo único que pude pronunciar.
Al darme cuenta mis ropas caían como nieve a mi alrededor pero no me importó... Corrí tras el. E.J corría muriéndose de risa mientras que metía MI diario en su bolsillo trasero.

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