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lunes, 21 de diciembre de 2009

Luna de Medianoche-Capitulo 10: Reencuentro

Reencuentro
Renesmee Cullen

-Marcos, gracias-le dije abrazándolo- no tengo forma de agradecerte.
Marcos paso su mano acariciando mis risos y luego me beso la frente. No podía creerlo Marcos era tan apuesto como recordaba, pero estaba mucho mas alto.
-Dime, ¿desde hace cuanto no estas en Forks?-pregunto mirándome a los ojos.
-siete días-dije avergonzada-hoy sería el octavo. Gracia por dejarme quedar hoy en tu casa.
Estábamos en la plaza donde Marcos y yo nos habíamos encontrado. Este lugar me traía recuerdos de, el, recuerdos hermosos que ahora eran horribles, como cuando nos encontramos de nuevo, el mismo día que Marcos y yo nos conocimos.
-¿Pero que habéis pasado?-al decir esto una diminuta lagrima salio de mi sin piedad.
-Marcos, realmente no quiero hablar de eso....
Marcos me tomo de los brazos suavemente haciendo que me separara de su pecho. Y luego busco mi mirada, yo no quería que me viera llorar. Agache mi rostro mirando había el piso. No aguantaba pensar en J..a a... cob.
Marcos me soltó y luego poso su mano en mi mentón y luego lo levanto para mirarle. Veía sus ojos como los de ese muchacho. Solo que en los de Marcos se podía entrar, en sus ojos la puerta de acero estaba abierta.
-Nessie, permiteme ayudarte ¿que habéis pasado?- me rogó aun sosteniendo mi mentón.
-Ja... a.. cob- no aguante pose mis manos sobre mis ojos- NO puedo, no me hagas recordar.
-Nessie, Nessie... Escúchame, eso es pasado. Permiteme ver tu pasado para ayudarte a superar el presente.
-Jacob me atravesó con una daga mi corazón -mi voz era temblorosa.
Estuvimos en silencio, hasta que de repente mi celular llama. Lo saco rápidamente y al ver la tapa veo que era Jacob. Abrí mi palma con la que tenia al celular y callo. Hasta que callo al piso y se hiso a añicos. Jacob y todos sus recuerdos se van con el, no quería volver a verle, el ya hiso demasiado por mi. Marcos me estaba curando mis heridas, ya pasaron tres horas desde que llegue y el me esta tapando cada agujero de mi corazón.
-¿Quieres cazar algo?-pregunto cariñosamente
-He... ha no gracias, prefiero dejar la sangre
-pero tu eres vampiro y no puedes dejar la sangre...
Lance una carcajada mostrando mis dientes.
-No sabes mucho sobre mi, mi madre me tuvo cuando ella era humana y mi padre, bueno el era vampiro-hice una pausa-soy humana-vampiro
-Esto es nuevo para mi-dijo recogiéndome las manos-pero no me importa, me gusta.-dijo sonriéndome.
Le seguí la sonrisa y luego el se acerco lentamente hacia mi, su rostro iba delantero. Su cuerpo no se movía, en ese momento mi conciencia me dijo. "Te dará un beso". No sabia que hacer, no estaba lista. Abracé rápidamente a Marcos para interrumpir ese hermoso momento, sin herirlo. El me envolvió con sus brazos, sus cálidos y cómodos brazos.
En ese instante recordé lo que había pasado hace cuatro o cinco años. Marcos fue el único de ellos que me defendió.
-Y dime, como esta la manada-dije apartándome de sus brazos-¿siguen furiosos verdad?
-He, no ya que Iván se fue. Desapareció de la manada, eso hiso a Thyler el macho alfa.
Me sentía realmente culpable, como si todo lo que me importaba o hubiera hecho sufrir. Y lo he echo, estuve en los últimos cuatro años haciendo sufrir a Marcos.
-Lo siento-murmuré.
Bufo con un "Uf". Luego se levantó de golpe y me soltó mis manos.
-¿Marcos?-dijo una voz entre los árboles de la plaza.
-Ema-murmuro Marcos
-¿Ema?-le murmuré casi al oído.
Me levante junto a el y sujete su mano delicadamente para estar junto a el. Pasara lo que pasara.
-Marcos, que agradable sorpresa, ¡ha! Y vienes con Renesmee-dijo la voz.
Reconocía esa voz, esa voz llena de ira y satisfacción. Era ella, la muchacha que me había amenazado aquel día a fuera de la casa de mis abuelos.
Retrocedí un paso, pero no paso mucho tiempo hasta que Marcos se pusiera en mi frente dispuesto a defenderme.
Lo unico que pude decir en ese momento fue "No" en murmullos. Estaba cara a cara con aquella desquiciada. Pero no me importaba si me mataba o no, prefería morirme y empezar desde cero.
-¿Que haces a qui Ema?-preguntó furioso.
-Andaba por Forks, pero allí no estaba lo que estaba buscando-desvió la mirada de Marcos hacia mi.
-Me seguiste-dije en voz baja
-¡Muy bien!-me felicitó- y ahora, Marcos si nos disculpas, debemos arreglar algo en privado con Renesmee.
Ahora si estaba perdida, sola sin protección. Marcos moriría por mi culpa y seguramente su manada también.
-A menos que prefieras que toda la cuidad pague por ella y ti-siguió.
-Marcos, estaré bien-mentí.
Marcos apretó con mucho fuerza mi palma contra la suya y eso fue toda su reacción. Ema comprendió, al instante nos hiso reverencia y desapareció entre las sombras.
-¡Marcos!-le dije antonita- porque respondiste no.
-No quiero perderte-dijo sin mirarme-no podría.

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