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miércoles, 30 de diciembre de 2009

Luna de Medianoche- Capitulo 13: Estupidez

Estupidez
Por Renesmee Cullen

Aun le temía a Ema, desde que ella dijo que aria daño al pueblo personas mueren. A gran cantidad, los licántropos intentan atraparla pero es muy escurridiza. Creo que era tiempo de volver a Forks, mi mamá seguro que estaría muy feliz de verme. Es mas hasta mi padre seguramente esta preocupado en estos momentos, pero no podía dejar a la manada de Marcos con Ema suelta. Pero seguramente ella me seguiría, esos pensamientos me hicieron darme cuenta de que si yo me entregaba ella no molestaría a nadie mas. Hoy Marcos no estaría conmigo ya que estaría buscando a Ema. Haci que podría entregarme a ella para que el no saliera lastimado, el problema era... ¿ Por donde debía empezar a buscar a Ema?
De repente recordé Jacob.
Recuerdo la primera vez que le vi y jamas imagine que serías el amor de mi vida. Hoy, mas bien semanas atrás me vengo a enterar de que nunca podrás estar en mi vida. Eres el pasado porque no estarás en mi futuro. Pensé.
Pero me pregunto si algún día podre olvidarlo. Por mas que lo intente no puedo olvidar que alguna vez fue el chico que ame y me hiso sentir feliz. Aveces odio la memoria fotográfica que herede de mi padre, y también odiaba ser tan ilusa como para tragarse las mentiras de Jacob como "Te amo"o "Hemos sido muy felices". De repente me había olvidado que Marcos me había dado su celular para que lo llamara y estaba a punto de decirle que tenia que volver a Forks, ya que le mentiría. Iba a entregarme. Pero Marcos no atendía a su casa, cierto que estaba de caza. Pero no dejaría que se haga daño por mi culpa, me entregaría.
Como no tengo a nadie mas quien me quiera me entregaré y que ella haga lo que desee conmigo ¡NO me interesa!
-¡No me interesa!-grite con sufrimiento- ¡Ven por mi y deja a los demás!
Antes de poder retirar mis palabras me encontré en un palpitar de ojos cara a cara con la lunática, Ema. Trague saliva y ella me contempló por un rato con esos ojos rojos como la sangre o el fuego. En ellos aparecía furia, venganza, satisfacción y odio, tan extenso como el universo.
-Antes de cualquier cosa, ¿sabes quien soy?-negué con la cabeza- Soy la hija de Laurent, ¿sorprendida verdad?
-Esta prohibido...
-¿Que? ha te refieres a esos Vulturies-bufó- es solo prohibido si te descubren.
Esos ojos rojos de sangre me contemplaban de pies a cabeza, como si quisiera hacerme sufrir antes de morir. Y eso temía, en este momento me hubiera gustado maldecirla a ella y a mi misma por ser tan estúpida como para gritar sin razón.
-¿Que tal si hablamos en otra zona? tengo unos amigos con los que estoy jugando al escondite y a mi no me gusta perder-dijo agarrándome del brazo con su brutal fuerza.
Intente resistirme pero ella era mucho mas fuerte que yo, deseaba haber heredado toda la fuerza de su padre, solo tenia la mitad.
Ya se me había olvidado que estaba en una zona muy desierta, donde árboles reinaban. Había acordado con Marcos que este sería mi escondite, solo el y yo lo sabríamos. Pero gracias a mi estupidez todo había salido mal. De repente a unos metros de distancia se empezaron a escuchar ramas crujir y ladridos poderosos, lo bastante fuertes para pertenecer a un animal común.
Ema me contemplo una ultima vez y antes de darme cuenta Ema corría a gran velocidad arrastrándome con ella. Casi me caigo en tres ocasiones en las que Ema me aferro con mas rudeza. Sentía que mi mano estaba a punto de estallas y de los bordes de mis dedos saldría sangre de tal manera que apretaba la mano, pero nada paso. Seguía escuchando aullidos amenazadores y pisadas de poder. Tenia ganas de gritarles que no se preocuparan, que todo saldría bien. Pero se sentía muy cansada en un momento no se escucho mas los aullidos ni pisadas de poder, solo el silencio. En esos momentos tenia tanto miedo que lo único que quería pensar era en como saldría de esta o si no lo hacia, moriría por todas las personas que habían muerto por su culpa. Ema se detuvo y sin soltarme, me lanzo contra los viento y rápidamente me soltó. Aterrice sobre un roble amplio y grueso, sentí un intensó dolor. Luego se calmo al pasar tres segundos, cuando no sentí dolor sentía un sueño doloroso, rendida cerré los ojos antes de que el impacto me hiciera hacerlo contra mi voluntad.

Al despertar estaba bien amarrada con sogas gruesas que estaban detrás de mi espalda, y no solo eso tenia otra soga en mi pecho que estaba pegada al árbol. Impidiéndome que salga corriendo. Ema estaba allí observándome sentada en una roca esperando hasta que pusiera un tema de conversación. Sentía de todo pero no miedo, eso me asustó. No sentir miedo en ese momento es como no sentir miedo a una serpiente cuando eres un conejo.
-¿Como es que eres hija de Laurent?-murmuré.
Ella sonrió ampliamente mostrándome esos afilados y blancos dientes. Se paró de la roca y se acerco a mi lentamente.
-A la que mataron hace años no era mi madre, mi padre tubo otra amante. Era humana y murió en el parto...
-Entonces serías semi-vampira-interrumpí- pero eres vampira.
-Laurent no aguanto al olerme la sangre que tenia y me convirtió- Miro mi expresión en el rostro- Interesante ¿no?
No le respondí me limitaba a tratar de desatarme sin que se diera cuanta o al menos ponerme en una postura cómoda para dormir, era como medianoche y lo único que se veía era la luna y se escuchaban los grillos y el viento tras los árboles.
-¿Que tiene que ver eso conmigo y con Emily y los lobos?-pregunte incredula.
Ya sabía la respuesta pero si mas hablaba ella se distraería explicándole y ella en sus distracciones podría ir zafándose de las cuerdas.
-Ellos mataron a mi padre, el único que me entendía. Hasta que me encontré con Nahuel, el me ayudo, nos enamoramos al los pocos siglos.
¿Y donde estará el?. me pregunte.
-¿y el?¿ donde está?
-Esta con su tía ya que el estaba algo lejos de ella desde que me conoció. Pero mañana vendrá y podrán conocerse.
Me vino un recuerdo, yo estaba en el lomo de un gran lobo y los Vulturis alterados por la presencia de Alice y de dos personas mas, uno era Nahuel o había una mujer, por la que no me interesaba el nombre.
-Yo lo conozco- dije en susurro.
Ema desapareció entre las sombras de los bosque antes de irse me dijo que iría a cazar o lago haci y que volvería al rededor de minutos, tiempo suficiente para llamar a Marcos.
Las sogas estaban bien atadas pero lentamente pase mis manos por debajo de mis pies haciendo un movimiento con las rodillas. Pero se me complico arrodillarme respecto a la soga que estaba en mi pecho pero logré sacar las manos de mi espalda, ahora estaban en frente.
Deslice la mano por mi bolsillo de mi pantalón y encontré mi celular pero había otro problema, ¿como llevármelo a la oreja? Como la soga que me mantenía pegada al árbol no estaba tan bien ajustada logre sacar mis manos. Pero no logre separarlas estaban muy bien atadas como para logar algún milagro de separación. Busqué torpemente en la agenda de Marcos y encontré el teléfono de su casa. Lo peque a mi oído y esperé un milagro para que me atendieran.
-¿Hola?-Dijo Thyler con voz ronca. Tal vez se había despertado con el teléfono.
Casi me pongo a llorar de la alegría que tenía de oírlo.
-Thyler hola, soy yo Renesmee-apenas pude pronunciar las palabras.
-Ha qu...
-Escúchame no tengo tiempo necesito hablar con Marcos, sé donde esta Ema. De echo ella logro atraparme.-interrumpí con desesperación.
-Renesmee, necesito que me digas donde estas.
-En un bosque bastante alejado, en el norte de...-hice una pausa- mira, al norte de mi escondite. Dicelo a Marcos, el sabe de que hablo.
Corté, y rápidamente trate de sacarme la soga que estaba entre mi libertad y e árbol. Lentamente me moví hacia abajo moviendo los hombros hacia lo mas atrás que podía y contuve aire mientras hacia esa maniobra que funcionaba a la perfección.
Luego se olleron pasos bastante cercanos...

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