Ocaso-Capitulo 7: Diez Años

Diez Años

Elena Cullen Black

-¿Porque te maquillas tanto? solo vamos al Supermercado...

-Lo sé pero si tengo que ir contigo, quiero verme linda para despistar la atención de ir con un monstruo.

Cruzó los brazos y luego hizo una boba risita burlona. Sin desviar la atención del espejo le patee la pierna con todas mis fuerzas. Lo unico que conseguí fue escucharlo reír.

-¿Crees que eso me va a doler?-bufó- patético. Sabes que soy mas fuerte y mas resistente.

-Calla y lárgate.

-Como usted ordene... señorita que ya tiene canas.

-¡LARGO!

Se fue riendo a carcajadas.

Idiota. Pensé.

No podía parar de pensar en la noche que conocí a Marco... Escribí en mi diario todo lo que pensé en aquellós momentos que nos tomamos de las manos y hablamos de nosotros mientras nos protegíamos de la lluvia.

Lo malo es que las vacaciones de invierno terminaban y eso significaba "exámenes hasta el fin" y solo quedaba 10 día!!

Eso es muy poco para lo que planeaba hacer y ahora el colmo me tengo que pasar los sábados yendo al supermercado y CON MI HERMANO! ¿No era mas facil llevarme a un enjambre de abejas? Eso definitivamente habría sido diez veces mejor.

Delicadamente tomé el delineador y lo pasé suavemente sobre las pestañas. Primero las de arriba y luego las de abajo. Lo mismo con el otro ojo.

Tomé el labial rojo opaco y lo pasé suavemente por los labios superiores. Y para finalizar tomé un toque de brillo para mis labios. Con esto distraería la atención de que me acompaña una bestia. Genial.


-Maneja tu-dije cansada- estoy cansada.
-Eres bastante caprichosa.
-Ja, mira quien habla.
Se rió en voz baja, seguro que me estaba imaginando a mi siendo devorada por cocodrilos, Pues le tengo una sorpresa en su cuarto. Eso se gana por hacer leer mi diario en frente de todos. Eso pasó hace días pero todavía no me vengué de el.
Se sentó del lado del conductor y posó las manos en el volante mientras que yo me ponía el cinturón. Puse la lista en mi bolsillo de la cartera color negra y luego suspiré.
-Aquí... vale vamos a al infierno.
-Oh... estoy llorando mi hermanita no quiere que la acompañe.-dijo sarcástico.
Me mantuve callada esperando la grán humillación de ver a todos mirándonos como dos monstruos -que eso es lo que somos- pero en especial a E.J ya que el era el demonio en persona.
Recuerdo cuando mi padre me dijo que tratemos de no pelearnos, que tratemos de olvidar el simple hecho de ser "casi" enemigos naturales ¡pero era muy difícil! . Eso había sido cuando teníamos 10 años. A los 10 años todo empezó, ya no nos llevábamos bien, ni siquiera soportaba verlo. A veces hasta nos tratábamos de la peor manera.. como una vez que me arrepiento totalmente de haberle dicho eso tal agresivamente. Me sentía tan culpable... lo hice sufrir tanto con esas palabras... incluso en estos momentos todavía me sentía culpable.
-¿Porque esa cara?-pregunto mirándome a trabes del espejo- ¿te quedaste pensando en lo atractivo que soy?
-No seas imbécil... solo recordaba algo.
-¿Cuando te humillé en frente de toda la escuela?
-Patético-susurré.
Se hizo el tonto y miró para el frente.
¿Que nos esperará para el futuro? ¿Acaso mas odio del de hace 6 años? Una parte de mí temía eso pero mi instinto le gustaba esa idea.