Despertar- Capitulo 5: Reconciliación

Reconciliación

Quería arrancarle la cabeza a Marcos por haverme echo perder cien años sin contacto de mi prometida. Aunque no savia si esa era la palabra correcta en este momento ya que Nessie esta fatal y ya no salia de su casa. Metiendo la excusa que quería alejarse de todo el mundo, mientras se encerraba en su alcoba gritando con una almohada en la boca, según Bella. Al principio no le creí en sus palabras, solo creí que exageraba como era muy digno de ella pero cuando me hiso pasar a su casa escuche gritos ahogados y llantos. Suerte que me fui ante de que su esposo llegara porque se armaría todo un combate, no es que le tenga miedo solo que la casa de los Cullen- Edward, Nessie y Bella-no sería buena escena de combate.

-Por favor Jake, debes venir-me rogaba Bella- ella no puede vivir sin ti, esta muy depresiva ya no come y dudo que duerma.

-Bells ya te lo he dicho miles de veces... Ella no quiere escucharme.-hice una pausa para pensar en como le arrancaría la cabeza a Marcos- Yo quiero volver a escucharla pero ella no a mi...

-Te equivocas-dijo Bella con decepción- te ruego que vengas y que al menos hables con ella.

¿Como rayos podría explicárselo con palabras que entendiera? No lo sé.

-Esta bien iré-dije rendido- pero veras que le irá peor.

Guardo un silencio casi infinito antes de contestar, pensando en tener la ultima palabra.

-Al menos lo habrás intentado.

-Vale, vale adiós. Hasta esta tarde.

Colgué y luego pensé en que le podía decir ¿Hola Nessie estoy aquí y ahora no estés deprimida?

No. Ni que me paguen, no sé porque rayos acepte ir con Nessie. Pero tenia que ir no solo porque se lo prometí a Bella sino por el bien de Nessie- según ella-aunque yo creía que le aria mas daño del que ya había sufrido. Fui a caminar un rato por e bosque ya que en una hora tendría que ir con Nessie para consolarla pero ¿si no lo lograba? ¿Que pasaba si al ir a verla lo único que lograba era que me odiara aun mas? Juro que en esos momentos me preocupara mucho la segunda pregunta.

Pero estaba dispuesto si no me escuchaba a arrastrarla hasta mi casa y obligarla a hacerme compañía mientras le decía lo mucho que la quería y trataba de rogarle que me entendiera.

Cuando volví a la realidad me di cuanta que ya estaba en el bosque, en el corazón del bosque y allí se encontraba un árbol caído, el que yo había tirado cuando me enoje con la chupasangre que había sorprendido a Nessie. Lo contemple un rato tratando de pensar en que si le creyera mas a Nessie, si le tuviera mas confianza. Tal vez, solo tal vez ya estaríamos casados y riéndonos juntos como solíamos hacer.

Miré al cielo y me fijé en el Ocaso, el ocaso.... ¡Voy tarde!

Corrí lo mas que pude aunque sabia que ya estaba retrasado, bastante y todo gracias a mis estúpidos pensamientos ridículos, tratando de predecir y de culparme. Al llegar a mi casa fui al garaje y cogí mi moto y me dirigí hacia la casa de los Cullen.

Al salir me encontré con Sam que me grito hacia donde iba pero no respondí en lo unico que me concentraba era en mientras mas rápido mejor.

Al llegar Bella me abrió con una sonrisa y en su rostro se reflejaba sorpresa.

-¡Jake! creí que no vendrías-dijo con una gran sonrisa mientras me abrazaba.

-No iba a dejar que tu esposo le amargara el día a Nessie-le dije al oido.

Cuando Bella me soltó vi que apretaba sus labios para no largar una carcajada. Luego me hiso pasar y me indico donde quedaba en cuarto de Nessie. Estaba subiendo las escaleras a la derecha. Allí había una puerta color blanco con picaporte teñido de oro con pequeños detalles de flores color negro en los bodes. Bella de dejó solo.

Toqué la puerta pero nada, intenté abrirla pero estaba trabada haci que añadí un poco de fuerza y pude abrirla.

Su cuarto era de color verde agua pálido junto a su cubrecama color blanco y sus cortinas color verde con blanco. Tenia un gran escritorio con computadora y al otro extremo al lado de la pared había un televisor de plasma. Ella llasía sobre su cama que era un nido debido a sus colchas desparramadas por el piso y revueltas en la cama.

Me arrodille a donde estaba y luego...

Renesmee Carly Cullen

Quería dormirme y nada más ya que mi madre me dijo que tenia una sorpresa para mi -no quería su sorpresa-. Cerré mis ojos tratando de poder dormir tranquilamente cuando escucho el rechinido de la puerta y siento que alguien entra. Luego de unos segundos sentí su lindo aroma por todo la habitación. Ese aroma tan conocido, tan extraño, tan hermosos... ¿Jacob?

No quería abrir los ojos, no en ese momento, no quería confrontarlo porque era muy cobarde para poder decirle todo lo que sentía. Quería saber la verdad y la pura verdad ¿me amara?

Sentí sus cálidos brazos en mi cama y como él se arrodillaba en la frente a la orilla de la cama. Sentía como me miraba. No sabía exactamente si era con desprecio, con amor o con horror. empece a decime a mi misma esto es un sueño, como los que siempre tengo.

Como el anterior en que Jacob venia a mi habitación para curar mis heridas en las que había el mismo roto. Curándome con sus besos y sus caricias mientras nos besábamos apasionadamente como cuando nos amábamos mas que a nada en el mundo.

-No sabes todas las cosas que te diría-me susurro mientras acariciaba mis cabellos. Sentía como sus dedos calientes traspasaban mis finos cabellos y llegaban a mi cabeza. Extrañaba sus caricias y su voz.

No dijo nada mas, solo estaba allí en silencio.

Dilo!!!! Pensé.

Solo quería saber todo lo que sentía y si encontrarme dormida lo haría más fácil, dormida estaría. Como si hubiera leído mi pensamiento dijo:

-Que te amo tanto-comenzó-que quisiera sentir tu reparación sobre mí una vez más, tu dulces labios, tu suave piel, tu delicioso aroma agrio dulce-dijo en tono dulce mientras sentía que mi corazón latía con rapidez-y a pesar de que te hallas ido, que le gustes a todos y que me odies. Todo se resume a dos palabras tan simples y claras: te amo-pronunció finalmente.

Me quedé paralizada al oír todo eso. Quería levantarme y besarlo como nunca lo hubiera hecho jamás pero presentía que me quería decir algo más

-Que te amo con todo mí ser. Que quiero casarme contigo y que vivamos felices para siempre sin nadie que nos pueda hacer daño y también entregarme a ti y que tu te entregues a mí... como un juramento eterno al amor.

Sentí que los cálidos dedos de Jake desaparecieron y que sus brazos que me calentaban el brazo también desaparecieron. Sentí pasos que se alejaban luego que el picaporte se giraba. Jake se estaba yendo. No lo iba a dejar ir, nunca, hasta que mi corazón deje de latir. Me senté en mi cama, Jacob se giró hacia mi sorprendido y cerro la puerta. Se acercó a mi y luego finalmente pude decirle:

-¿Necesito estar dormida para que me digas todo esto?-pronuncié finalmente.

-¿Estabas despierta?-dijo volviendo a su posición acariciándome la mejilla dulcemente.

Me sonrojé.

-Sí, o al menos eso creo-dije entre risas. Aunque Jacob no se rió.

-¿De qué hablas?-preguntó confundido.

-Al principio creí que era un sueño pero esto es demasiado vivido para serlo-logré decir tímidamente.

-Debes creer que soy patético-dijo dejando de acariciar mi mejilla-después de lo mal que te traté de seguro no quieres hablar conmigo de nada-dijo alejándose.

No quería que se alejara, tenia que inventar algo. Y rápido.

-En realidad…lo que quería era hablar contigo.

Se secór mas a mi y acuno mi rostro en sus dos manos.

-¿Qué debemos hablar?

Inventa algo.... Ya sé.

-Jake…-dije-la verdad es que nunca dejé de amarte-dije y él levantó su cabeza-nunca lo hice, y nunca lo haré-dije- y si realmente fuiste sincero conmigo mientras “dormía”-dije haciendo comillas en el aire-estimo que sentís lo mismo así que dejemos de hacernos lo tontos por favor.

-Tienes razón-dijo-La verdad es que desearía besarte muchísimo en estos momento-dijo con una sonrisa.

¿Que estaba esperando entonces?

-Y… ¿Desde cuándo no lo puedes hacer?-pregunté siguiéndole la corriente.

Me besó tan fugazmente que ya no creí que me dejaría nunca más. Sentí una sensación que no había sentido en un siglo y que deseaba con ansias poder hacerlo. Sus labios aplastaron los míos de una manera tan intensa y fugaz que causo un efecto de no volver a dejarlo nunca más. Un beso con todas las emociones esos eran los hermoso y cálidos. Sentía que era primavera que las flores caían a nuestro alrededor bailando mientras caían al hermosos pasto. Me desconecté y imagine todos nuestros besos.