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miércoles, 10 de febrero de 2010

Despertar- Capitulo 8: Falsas Sonrisas

Falsas Sonrisas


Al despertarme Nessie seguía dormida a mi lado posando su cabeza en mi pecho, toda sudorosa por el calor de mi cuerpo y las sabanas.
Me levanté delicadamente para no despertarla de sus sueños. Lenta y cuidadosamente posé su cabeza en mis palmas y la moví lentamente, luego la apoye en las almohadas. Al darme cuenta solo quedaba una almohada de tres. Todas terminaron echas pedacitos o echas plumas esparcidas por el lugar.
Al levantarme tomé mis ropas y me cambie en la misma habitación confiándome que Nessie no se despertara. Me fijé en el reloj y eran las 13:23 de la tarde.
Fui para la cocina para cuando despertase se cambiara tranquila y de paso yo prepararía algo para la comer.
Me sentía un traicionero, antes de que Bella y su esposo viajaran por una semana le prometí que cuidaría de ella, pero gracias a mi maldita tentación la besé y luego aquí estamos, con otro día lluvioso, tanto como ayer a la noche. Alguien tocó la puerta...
-Maldición-murmuré- ¿ quien será?
Fui lentamente y mal-humorado a la puerta principal y al abrir me encuentro con Quil que bestia como cuando nos trasnformabamos en lobos.
-Quil, ahora no...
-Sam nos está buscando, ha encontrado algo extraño.-dijo interrumpiéndome.
Y ahora que ¿Sería un carma?
-Te dije que ahora no puedo Quil-tragué saliva- es que... Bella me dijo que cuidase de Nessie y está aquí dormida.
-¿Jake?-preguntó una voz a mis espaldas, confundida y extraviada pero feliz a la vez.
-Vale pero cuando puedas tienes que venir-le ordenó.
-Vale-dije cerrando la puerta ansioso por preguntarle a Nessie si estaba herida.
Camine hacia la habitación y encontré a Nessie sentada a un extremo de la cama mirándome con una gran sonrisa. Podre, ella no entendía...
Fui con ella y me senté a su lado pasandole el brazo por los hombros mientras ella posaba su cabeza contra mi hombro.
-¿Que te pasa?-pregunto asustada- ¿ Estas enojado?
¡¿Estas enojado?! no no estoy enojado, estoy triste. Pensé.
-Estoy bien-le dije con una sonrisa que no engañaba ni a una mosca.- ¿Y que hay de ti? ¿estas lastimada?-le pregunte nervioso por oír la respuesta.
-Ilesa-dijo abrazándome mientras undía su rostro contra mi pecho.
Yo le pasé el brazo a su espalda mientras pensaba en que había echo, como lo tomaría Edward y Bella.
Al parecer la lluvia no termina, había dicho Nessie ase rato, tratando de poner un tema de conversación. Pero yo no le contesté, sino trataba de hallar una salida a ese embrollo al que se había metido. Miré hacia el techo y descubrí que la repisa que estaba arriba de la cama estaba echa casi escombros. La miré con culpabilidad pensando en como Bells iba a matarme...
-Te vez preocupado-dijo ella triste- y no puedes engañarme.
Eso era cierto, no podía engañarla por mas de lo que quisiera, por esa razón tenia que decirle lo que me inquietaba.
-Te hice mal y lo lamento-dije tomando su barbilla para que me mirara a los ojos.
-No me hiciste mal...- se vio interrumpida cuando doblo el brazo y descubrió que lo tenia todo rojo.
Nessie desvió la mirada hacia el brazo rojo, lo contemplo boquiabierta mientras se lo tapaba con su mano, agarrándose el brazo para que no le doliera.
Eso me hiso sufrir, no podía verla por mas que quisiera pero no podía dejarla allí mientras yo me preocupaba porque a mi no me doliera.
-Vístete, tu ropa ya esta seca, iremos al hospital...
-Pero allí esta mi abuelo-dijo con cara larga- va a ser tan humillante y ¿que le voy a excusar?
En eso tenía razón pero no podía dejarla así por mas que ella quisiera y por mas que tal vez esta sería la ultima vez que la viera...
-¿No hay algún doctor aquí? alguien que no sé... que no sea familiar mio.
-Creo que Leah es la indicada, estaba estudiando medicina, desde que...
Sue murió. Pensé.
Nessie hiso una mueca, disgustada.
-Créeme Leah ya cambio, desde que te fuiste... Y creo que me empieza a agradar-dije entre sonrisas- ¿Me crees?
Dudo un momento y luego asistió, eso me hiso reír con ganas. Hay Nessie... quería decirle, pero callé porque vi el brazo de Nessie que me sacó todos los ánimos de reír.
-Oh diablos-recordé- Leah está con la manada, están patrullando o algo así.
-¿Crees que tu puedas hacer algo?-me sonrió confiada.
¿¡Yo un doctor?! y yo te deje asì. Tenia ganas de decirle mientras mi pensamientos me ordenaban que la llevara si era necesario contra su voluntad para el hospital.
Nessie con su mano ilesa soltó su brazo herido y coloco su mano pálida como la nieve en donde estaba mi corazón y luego me sonrió como signo de confianza, o de despreocupación.
-No importa, creo que es solo un moretón grande.-dijo al fin cuando vio me expresión por su pregunta anterior.
No le creí, sabia que mentía, su sonrisa era falsa al igual que sus palabras para no desanimarme.
Alguien tocó la puerta y no tenia ganas de ir a abrirle a Paul ni a Quil ni a Collin ni a nadie.
Tocaron otra vez la puerta pero esta vez mas fuerte.
-¡Vamos Jacob! ¡ábrenos!-hiso una pausa-No nos obligues a abrir la puerta nosotros mismos.
-Mejor ve-dijo sonriéndome.
-Te tendrás que quedar sola... Hazme un favor, como sé que no tardaran en derribar la puerta quédate aquí hasta que vuelva ¿si?-Asistió.
Le di un beso en la mejilla y fui a abrirles a esos bobos.
Al abrirles me di cuenta que la lluvia seguía y ellos estaban empapados por la lluvia que los golpeaba con rudeza como ayer a Nessie y a mi.
Ellos me contemplaron sin decir palabra hasta que Collin dijo:
-¿Que pasó que no viniste?
-Ya te lo dije- dije mirando a Quil.
-Bueno pero ahora tienes que venir necitamos a uno mas y ese uno mas eres tu, he tronco no me pongas esa cara. Pronto volverás con ella, solo son una o dos horas...

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