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miércoles, 24 de febrero de 2010

Diario de un Vampiro- Capitulo 2

Capitulo 2 “Enigmas”

Al despertar me puse una camisa color verde con unos Jeans claros. Camine rápidamente hacia la cocina para comer algo, tal vez una barra de cereal o tan vez un baso de agua. Luego de salir de casa con una barra de cereal camine lentamente para observar a los alrededores. Me pregunte porque me seguía ese perro ayer… Cuando cruce la calle me encontré con un amigo de Elena. El me reconoció y se acercó rápidamente a mí, se puso a mi lado y empezamos a charlar.

-Hola Stella, ¿te acuerdas de mí?

-Si, eres el amigo de Elena, nos sentamos ayer en el almuerzo.

-Si… ha, me llamo Justin. Perdóname por no haberme presentado.

Luego de un rato de silencio termine mi barra de cereal y Justin se fijo en el reloj.

-¿Vamos retrasados?-Pregunte asustada

-No… falta media hora-dijo volviendo a mirarme.

Asentí con la cabeza y luego caminamos lentamente y en silencio hacia el instituto. Nos separamos cuando llegamos a la cuadra, Justin se desvío para reunirse con unos jugadores de rugby y yo seguí adelante. Y me dirigí a la clase de español que era mi primera clase del día. Estaba entusiasmada, vería otra vez esos hermosos ojos. Me senté en mi pupitre de ayer y esperaba a que Steban se presentara. Y cuando entro al aula me miro fijamente y se sentó detrás mío ya que el pupitre de Steban estaba ocupado por un chico mas alto que yo. Al lado de Steban estaba su primo, mire hacia atrás para verlo pero ni me dirigió la mirada, ninguno de los dos. Luego de un momento me sentí bastante débil y cansada, pero no quería hacer un drama así que me mantuve callada. Empezó la clase y de repente tenia el deseo de que el profesor se callara, que nos de un rato libre para calmarme un poco. De repente el profesor sacude la cabeza y anuncia que como no había traído sus papeles, daba esta hora como recreo.

¡Que suerte tenia!

Me recosté en el pupitre habiendo como almohada con mis brazos. Luego escuche murmullo detrás mío. Y adivine que era de Steban y su primo. Pero no me importo escuchar, cerré los ojos solo un segundo y luego una muchacha-La que había visto en al hora del almuerzo, mirando con rabia a los Murdún- se dirigía hacia mi. Cuando paso por el costado de Steban y su primo, ellos la miraron con odios, pero ella ni les presto atención.

-Hola, ¿te sientes bien?-Pregunto amablemente.

-S…i..i..-mentí.

La muchacha tiro una ricita y luego sonrío de nuevo.

-Me agradas…-dijo aun con la sonrisa-¿Quieren sentarte con nosotros en el almuerzo?

-Claro, pero ¿a tus amigos no les importa?

-Va, quédate tranquila. Ahora trata de descansar. Esta muy caliente. Ah casi me olvido, tu nombre es Stella ¿verdad?

-Si

-Me llamo Luna Callow.

-Mucho gusto-dijo haciendo un esfuerzo para sonreír como ella.

-Antes de dejarte descansar, ¿vamos al baile juntas? No pensaba ir porque ninguno de mis hermanos iría… pero si vas tu, podríamos ir como compañeras.

-Es que…-Vi el rostro de Luna, estaba entusiasmada, no podía negarle- Si estaré allí.

-¡Excelente! Bueno te dejo descansar, nos vemos después.

Recosté mi rostro nuevamente entre mis brazos esperando hasta llegar a casa. Pensando en recostarme y descansar.

Tal vez debería ir a la enfermería.

Cuando llego la hora de almorzar, como prometí me acerqué con timidez a la mesa donde se encontraba Luna. Ella me sonrío al ver que me acercaba lentamente a su mesa. Cuando me senté al lado de Luna ella me presentó a toda su familia. Luego un escalofrío me pasó por la espalda, me di la vuelta y estaban todos los Murdún mirándome con duda. Uno de ellos lanzo puré en la cabeza de aquel muchacho morocho que se encontraba al otro extremo de mí. El se dio la vuelta y todos se los de la mesa de los Murdún se reían de el. El muchacho se concentró en aquel que le lanzó la comida y de repente el muchacho empezó a golpearse la cabeza contra su propia comida… Parecía como… como si lo estuvieran manipulando. Como si fuera un títere.

-Eso fue extraño- dije tan bajo que se convirtió en un murmullo.

Estuvimos en silencio comiendo hasta que Luna decidió sacar el silencio.

-¿Como iras al baile??

-Hem… No lo se, no tengo algo en especial que ponerme-Cuando pronuncie las palabras Luna me miro como un fantasma.

Ella me negó con la cabeza y luego con sus dedos espesó a golpear delicadamente la mesa.

-¡No! Yo te llevare de compras luego de la escuela, ¿te parece?

-E…-Antes de que pudiera responder me miro con la cara que me miro en español.

-Será divertido-concluí dándole una sonrisa.

Ella me devolvió alegremente la sonrisa y luego uno de sus hermanos nos hizo llamar la atención a todos y luego Luna entendió la razón.

-¿No te he presentado a mis hermanos?-Negué con la cabeza-Ho, cielos se me fue la lengua. Mira, ella es mi hermana Meredith-Meredith me sonrío. Tenía el pelo largo y rubio, y ojos color negro como carbón- Ella es mi otra hermana Sophie-Sophie era una muchacha alta y tenia un largo pelo color cobre y sus ojos como los de Meredith.

-Mucho gusto-Les dije sonriéndoles a ambas.

-El placer es nuestro-Dijo Sophie.

-Igual para ti Stella-Dijo Meredith.

-Bueno, el, es mi gigante hermano Kevin-El se río y yo le sonreí- Uno de los mas pequeño de la familia Matt-El me sonrío y yo le devolví la sonrisa- Y el es el mas grande de todos Ben. Y yo, soy la mas pequeña…

Kevin era realmente grande, tenía el cabello demasiado corto color negro. Y tenía el mismo color de ojos de sus hermanas. Matt era alto pero no tanto como Ben, Matt tenía el cabello enrulado color negro. Y Ben era el mas alto, casi de la misma altura de Kevin, también tenia ojos color negro y cabello lacio y corto color negro.

Luego de un rato empecé a sentirme más y más débil. No podía ni levantar el tenedor. Me apoye todo lo que pude contra el respaldo y luego llame la atención de todos los familiares.

-¿Te sientes bien?, ¿Te sientes débil?-Pregunto Sophie mirándome con sorpresa.

-Si, un poco. Pero no es para alarmar a nadie.

Todos los de la mesa intercambiaron miradas. Luna me miro sin saber que decir. Y luego me sonrío apoyando su mano en la mía.

Toco el timbre de clases. Ahora tenía gimnasia, me levante última ya que quería quedarme allí un rato. No podía mas, mi cabeza iba a explotar. Cuando todos se fueron de la cafetería me levante y lentamente, tratando de no tropezar me fui al baño de damas. Me moje la frente para calmarme un poco y luego me dirigí al patio a tomar un poco de aire ya que eso me aria bien. Pero mi dolor empeoraba, así que fui a la enfermería ya que no daba más. En el camino me encontré con uno de los hermanos de Steban. El me miraba como si estuviera viendo un fantasma, me caído por la debilidad de mi cuerpo. El hermano de Steban se quedo mirando sin esfuerzo para ayudarme. No podía levantarme, al lado mío había un casillero así que lo use para levantarme. Cuándo logre quedarme de fue seguí para adelante. Aunque luego me di cuanta que no sabia donde estaba la enfermería. Pasó Sophie en el pasillo por casualidad y le pedí ayuda para que me llevara a la enfermería.

-¡No!, quiero decir que… ¿porque yo no te llevo?-Dijo teniéndome del hombro para evitar caerme- Tengo con la maestra Jessica, seguro no le importara.

-He… no, no importa resistiré un poco mas. Dudo que a Luna le agrade que la plante en nuestro día de compras.

Ella me sonrío y me llevo a su auto para que descansara allí. Pero cuando ella se fue a su clase, salí del auto y me senté en un banco que estaba allí al lado.

Toco el timbre y vi a todos salir y me pare y me dirigí a dentro de clases para avisar a los profesores lo ocurrido pero en el camino me encontré con Steban que se aproximaba a mi. Cuando el me alcanzo yo me di vuelta para verlo y luego empezó a hablar.

-Hola, soy Steban Murdún-Me saludo amablemente.

-Hola, soy Stella Amber.

-¿Vas a ir al baile?-Pregunto con una sonrisa

-Si, supongo que aunque no quiera Luna Callow me ara ir contra mi voluntad.

Ambos nos reímos y luego Steban y yo paramos.

-¿A que se debió la pegunta?-Pregunte embobada.

-Me preguntaba… si querías ir al baile conmigo-Me sonrío y yo me quede pálida.

-Claro-casi murmure de lo baja y débil que salio mi voz en esos momentos.

-Bueno, un gusto conocerte. Adiós-Me saludo y luego se dio la vuelta para marcharse.

Me sentía mucho mejor. Me dirigí con Luna para decirle que nuestras compras no se cancelaban.

Fui casi corriendo de la alegría ya que Steban no me había hablado desde el primer día, solo nos mirábamos. Cuando me encontré con Luna ella me vio con una sonrisa rabiarte. Ella se me acercó a mí y luego me miro fijamente manteniendo la sonrisa.

-¿Te sientes mejor?-Pregunto apoyando su mano en mi hombro.

-Si, tengo que decirte algo… Alguien me invito al baile…

-Enserio… ¿Quién?

-Steban Murdún- Cuando pronuncie las palabras se le desapareció la sonrisa a Luna- ¿Que?... ¿he hecho mal en aceptar?

-Stella…. Espérame junto al auto, vuelvo en seguida. Prométeme que no te moverás de allí.

-Lo prometo- murmuré.

Vi a Luna irse hacia la dirección de los Murdún. Cuando llego empezó a discutir con ellos, todos se reían de ella a mandíbulas abiertas. Me detuve a pensar en lo que podrían estar discutiendo. Luego se me vino una idea a mi cabeza. Su discusión tenia que ver con migo.

Estaba a punto de ir a buscar a Luna ignorando la promesa que le había echo. Pero antes de poder intervenir en su discusión Luna dio la vuelta y se dirigió hacia mí.

-Stella, ¿quieres llamar a tus padres para avisarles que llegaras tarde?

-He… tíos-Corregí- y es buena idea, odio cuando se preocupan por mí.

Ella puso una expresión de disculpa y luego saque mi pequeño teléfono celular y luego mi tía atendió.

-Hola tío, quería avisarte que hoy volveré tarde. Iré de compras con una nueva amiga.

-Ho… Stella, ¿tienes una nueva amiga? Vuelve tarde si quieres.

-Bueno gracias tío adiós.

-Adiós linda.

Corté y luego me dirigí a Luna ella me sonrío y luego me invito a ir en su auto. Era un Bolita Moderno color blanco. Era bastante lindo, y estaba bien cuidado.

-Yo ¿conduzco, te parece?

-Adelante-le dije.

Me senté en el copiloto y luego me coloque le cinturón de seguridad. Luna empezó a conducir sin el cinturón y luego empecé a ponerme nerviosa.

Luna estaba tensa, más de lo que creía. Estaba a asustada, pero no de ella. Desee que se pusiera el cinturón. En esos momentos eso era lo que mas deseaba.

Luego de un momento en un abrir y cerrar de ojos Luna tenia el cinturón puesto, me asuste y luego me sentí mas débil.

-Luna, ¿te molesta si me llevas a casa? Me siento algo débil.

Ella sonrío y luego estaciono el coche. Apago el motor y luego me miro a los ojos.

-Stella, se que me vas a creer una lunática pero…

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