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Bienvenidos a mi pagina... donde Nessie y Jacob tienen su propia historia de amor.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Despertar- Capitulo 9: Expedición

Expedición
Renesmee Cullen

Ya habían pasado cinco horas y Jacob no volvía, empezaba a anochecer y tenia hambre y un poco de sed, ¿Aria mucho daño si iba a cazar?
Miré por la ventana y todavía no se veía alguna persona ni tampoco un lobo, supuse que volvería antes de que Jacob regresara así que me cambie de ropas-mis ropas- ni importaba si me mojaba de nuevo, ja que estaban húmedas.
Al tocarlas me di cuenta de mi error, estaban cecas y arrugadas como una hija de papel que en su escrito había un error y tiraron la hoja haciéndola un vollito.
Rápidamente me coloque mis ropas y me coloque las zapatillas sin medias ya que estas se seguían mojadas. Tomé prestado una hoja de papel en donde escribí con delicadeza:

Jacob:

Si llegas antes que yo estoy de caza, perdóname. Volveré pronto, espero que estés bien.

Te quiere Nessie.

La dejé en la cama que había tendido con cuidado hace dos horas y luego acaricie mi brazo lastimado, rojo por lo de la noche anterior. Y luego recordé el sueño que había tenido la noche anterior. Era una pesadilla que me asaltaba todas las noches que me hacia temblar mientras dormía y aveces despertaba llorando.

Estaba yo entre la espada y la pared mientras una silueta me decía con voz amable pero letal:

"volveré a verte y cuando eso suceda, no tendrás la suerte de escaparte".

Luego se oía a gente gritar pidiendo piedad por sus vidas. Y allí termina el sueño.

Me dio un escalofrío con solo recordarlo, pero dejé de pensar en eso ya que me moría de sed y tal vez un poco de hambre, pero se vería muy mal si le quitaba comida a Jake.

Respiré hondo, al abrir la puerta me encontré de nuevo con la lluvia que golpeaba con furia el techo de la casa, los árboles, la tierra y a mi.

Corrí rápido para tratar de que la lluvia no me mojara tanto como la otra vez, cuando la lluvia nos interrumpió a Jacob y a mi.

En el camino hacia el bosque no encontré nada mas que la nada, la lluvia quitaba el aroma de los animales y de cualquier ser vivo que había en el bosque, no sabia que hacer, ir en bosque de animales o volverse. Finalmente había decidido ir al bosque por una pequeña voz en mi cabeza que seguro era mi conciencia que decía:

Ve, ve. Me susurraba la voz de mi cabeza.

Y inconscientemente me adentre mas en el bosque con la esperanza de encontrar algo que me sirviera, pero nada.

Ya ni sabia donde estaba parada, creo que ne el corazón del bosque, con la lluvia golpeándome la cabeza me impedía pensar en algo, ya ni recordaba como se había aventado al bosque.

-¿Y ahora que hago?-murmuré para mi misma como una loca.

Sigue caminando. Me decía con entusiasmo.

-¿Para perderme mas?-le contesté.

En esos momentos había agradecido que nadie estuviera conmigo...

¡Era el bosque!.pensé alegre.

-Tal vez me encuentre a Quil o a Jacob, o alguien que estuviera conmigo-dije sonriente.

Caminé hacia un árbol alto para que me protegieran sus ramas de la lluvia, de la furiosa tormenta que acechaba a quien salia con sus rayos y relámpagos.

-Hoy no es mi día.

Oh no, los árboles atraen a los rayos, tenia que salír de allí ahora. Pero la voz me detuvo y no me permitió moverme.

¡No quédate aquí! Los rayos no te alcanzarán.

-Mientes-susurré.

Jaja.

-¡Sal de mi cabeza!-grité- Y ahora déjame moverme- le grité con ira.

No sentía mis piernas así que hice lo mas inteligente que se me ocurrió, con mis brazos me arrastre fuera del árbol, y por suerte logre salir del árbol antes que este me atrajera un rayo. Seguía acostada en el barro, solo que me di la vuelta quedando boca arriba, con los pies estirados esperando a que se recuperaran pronto.

Un rayo callo en el árbol de mi costado y este callo en llamas sobre mis piernas. Lance un chillido de dolor, tratando de empujar el árbol antes que este me quemara viva.

Pero estaba calmada, a pesar que el humo se venia a mi rostro como si quisiera matarme por el humo aunque eso no funcionaría, debido a que solo el fuego podia hacerme daño en estos momentos.

Tenia la esperanza que las gotas de agua calmaran al ardiente fuego que viajaba por el tronco lentamente hacia mi, haciéndome una carrera para ver quien ganaba y quien perdía.

Pero nada, apenas lo calmaba un poco, casi nada para salvarme. Creí ver a una persona hermosa como un ángel pálido que me observaba pero no podía verlo bien, lo único que sabia era que me sonreía ampliamente como si disfrutara verme haci.

Se arrodillo a mi lado contemplándome como moría, controlándome que no pudiera salir de allí.

-Valla una paloma blanca se tropezó.-dijo divertido- ¿Sabes que no debes salir en estas terribles tormentas?-Esa voz, tan conocida. Por un momento pensé que era Nahuel.

Pero estaba equivocada, Nahuel no era bello como un ángel, pero tenias cierto parentesco ambos. como su cabello, sus labios y casi su misma voz.

-¿Quien...?-no pude terminar, el humo me había casi exterminado la voz.

Me acaricio la mejilla dulcemente y luego dijo:

-Valla, conque tenia razón, eres hermosa como un diamante. Lastima que esta es la ultima vez de nuestro encuentro...

¿Quien era?.Pensé olvidando al fuego que casi llegaba a su meta.

-A menos que... Hagamos un trato- dijo sonriente.

Le tenia odio a ese bobo, le escupí directo en la cara y el rió como si hubiera dicho un chiste muy gracioso, se limpio la mejilla aun riendo. Al parar de reír me contemplo un rato largo con esos ojos rojos como el fuego que me rodeaba.

-Eres atrevida-dijo entre risas. Luego se puso cerio y puso cara de enfado mirando en dirección hacia los árboles.

-Rayos-murmuró, se volvió a mi con una sonrisa y me acaricio mejilla- nos volveremos a ver.

Me dio un beso en la mejilla y desapareció entre los árboles en dirección contraria a la que miró hace rato. Al darme cuanta que las llamas ya estaban arriba mio -del tronco- cerré los ojos y dije:

-Te amo Jacob Black.

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