Luna Eterna-Capitulo 8: Noche de Despedidas

Noche de Despedidas

No quería que esta noche terminara, seria capaz de quedarme la noche entera despierto solo para ver dormir a Reneesme. Pero igual, Reneesme y yo seguíamos en la plaza hasta que nos fuimos a La Push, halli nos sentamos en la arena a observar las estrellas y la luna -Sus ojos y su sonrisa-.

Luego de media hora dentados observando la noche yo me avive, Reneesme se acostó en la arena y yo la bese, acaricie sus largos risos y ella los míos, me acosté alado de ella y nos espesamos a achucharrar besándonos y demás. Lastima que solo duro cuarenta minutos o eso calculo. Luego de que Reneesme se durmió la lleve en mis brazos lentamente a su casa. Quería ir lento porque ahora solo nos quedaba seis horas para estar juntos y quería disfrutar cada segundo estando al lado de ella. Hasta que encontré su "Casa" y Reneesme empezó a hablar en sueños, me reí en voz baja mientras escuchaba sus sueños:

Mi Jacob, no me dejes- espeso a llorar en sueños.

-Aquí estoy, no llores- le susurres al oído-Siempre estaré con tigo, solo observa la luna y las estrellas.

Reneesme se calmo y luego no hablo mas.

como iva caminando me tarde mucho en llegar a la puerta de los Cullen, pero al fin lo logre. Edward me esperaba en la puerta, le entregue a Reneesme y Edward me ofreció quedarme como ultima noche juntos, yo acepte con una sonrisa en el rostro.

Cundo Edward acostó a Reneesme me preparo una cama alado de ella. Yo rendido me tire sin decir ninguna palabra.

Cuando me desperté, Reneesme no estaba, tampoco estaban sus padres, pero me Reneesme me dejo una carta al costado que decía:

Jacob:

Te extrañare especialmente a ti. Tu eres mi alma gemela, por lastima turbe que partir antes de los dos meses pero le pedí a mi madre que rebelara algunas fotos que nos sacamos juntos, debes hirlas a buscar el sábado, están al nombre de "tu y yo". Te vere en la luna y en las estrellas.

Vi que tenia una lagrima en la parte que dacia "Te veré en la luna y en las estrellas". No podía creerlo mi corazón se había ido. Ahora volvía a ver las cosas en blanco y negro. De repente estallo a llorar, sentía que me faltaba una parte, me sentía weco. -Pero al menos ella tendría futuro-Pensé.

Cuando me levante para volver a La Push, me encontre con una llave que decia:

"Esta es tu casa al igual que mi corazon"

Me sentia como un cuerpo sin corazón. Haci que quise volver a casa, pero de repente pensé.

-No me voy a rendir-. Haci que, fui lo mas rápido que pude al aeropuerto para decirle lo mucho que amaba a Reneesme. Cuando llegue al fin , ya era tarde. La vi en la ventanilla del avión. De repente noto que estaba llorando. El avión estaba despegando y la salude aunque ella no me vio.

Ya no aguantaba mas. Ver a mi amada irse. Pero tenia que pensar lo positivo...Ella tendría un buen futuro.

Luego de un rato me senté en la banca y me obligué a enfrentar la realidad, y abrazar a la soledad.

Luego de media hora, rendido volví a mi casa pero, en el camino pensé una vez mas -No la dejare- Llame con el celular a la casa y atendió Seth:

-¿Hola?

-Hola Seth, no tengo tiempo-Le dije con un hilo de vos- Pésame con Billy-le ordene

-Vale- Dijo y escuche como llamaba a Billy

-Hijo ¿Que...?

-Papa no tengo tiempo- le interrumpí- Debo ir por Reneesme.

-Hijo, has lo correcto- me dijo con vos dulce

-Lo are- le dije y luego corte.

Gracias a Dios no me había ido tan lejos del aeropuerto, haci que corrí como un humano, porque había mucha gente.

Cuando llegue al aeropuerto, vi solo había solo veinte pasajes para ir a donde estaba Dartmouth. Y halli estaba. sin dinero ni tarjeta ni nada. Haci que hice lo que tenia que hacer. Colarme en el avión que me llevaría mas rápido con Reneesme, con mi velocidad nadie me vio entrar, ja, ja fue gracioso. Y como faltaban veinte personas mejor para mi. Y hasta que el avión despego me pelee con tres hombres porque ¡no le gustaba estar secar mio!, debía ser mi olor o mi ropa. Pero no me importo, porque en poco menos de cuatro horas estaría con Reneesme abrazándola como nunca. Estuve tanto tiempo sentado que me dormí. No soñé nada, por suerte porque no me hubiera gustado despertar gritando y luego armar un qui lombo.

Cuando desperté estábamos a punto de aterrizar. Me puse el cinturón, como decía el cartel luminoso de color verde. Cuando paramos yo fui el tercero en la fila de salir. Quería salir rápido pues, mientras mas rápido mejor.